Las lluvias marcan récords en 2018, con 1.050 litros en Oliana y 2.000 en Espot

2018 fue uno de los más lluviosos en décadas en municipios del Pirineo y del llano. En Oliana se acumularon 1.050 litros por metro cuadrado, el máximo dato registrado en al menos 69 años. En Mollerussa se alcanzaron los 517, cifra superada por última vez en 1977. Todo ello ha provocado desprendimientos de laderas pero garantiza reservas de agua.

El mes de diciembre confirmó que 2018 ha sido uno de los años más lluviosos que se recuerdan en buena parte de Lleida, por ejemplo, en Oliana, donde a lo largo del año los pluviómetros acumularon 1.050,2 litros por metro cuadrado. Es el registro más importante desde que se tienen datos en esta localidad del Alt Urgell (la serie se remonta 69 años, hasta 1949). otro ejemplo es Mollerussa, donde la estación meteorológica de los regantes del Canal d’Urgell registró el año pasado las mayores lluvias desde 1977, hace 41 años, con 517 litros por metro cuadrado. El mes más lluvioso de los últimos 12 en Lleida fue octubre. En la capital del Pla d’Urgell cayeron hasta 134,6 litros por metro cuadrado, es decir, el 26% del total anual. también en otros puntos del llano, incluso especialmente secos como Seròs o Aitona, se recogieron 391,8 y 429 litros por metro cuadrado.

Las intensas y repetidas precipitaciones comenzaron con las nevadas de principios de año, que no parecen repetirse este 2019 (ver desglose inferior). Las lluvias han mantenido las reservas de los pantanos por encima del 50 y el 60% a lo largo de todo el año. En cambio, han motivado numerosos problemas en las carreteras, especialmente del Pirineo, y dificultades en el campo, donde obstaculizan algunas labores.

En Mencui, un núcleo de Soriguera, aparecieron grietas en una de sus calles y en una casa

El año pasado fue uno de los de más nieve y en primavera se acumularon 3 metros de espesores

Un informe publicado ayer por el Servei Meteorològic de Catalunya señala que en varios puntos del Pirineo de Lleida, especialmente en la Ribagorça y el Pallars Sobirà, como Espot, se acumularon a lo largo de 2018 más de 2.000 litros de lluvia por metro cuadrado. En Vilanova de Meià (y, de hecho, en el 25% de Catalunya) llovió el equivalente a un 150% de la lluvia media histórica. El informe también confirma que 2018 fue uno de los años con más nevadas y, en cambio, un año cálido en buena parte del territorio. De esta forma, el ejercicio comenzó con más de 500 hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve en las cabeceras de los ríos en Lleida, aunque ha acabado con menos de 330 hectómetros. En cuanto a los termómetros, la Bonaigua registró en 2018 la temperatura mínima en alta montaña, con -19,2 grados.