Las oposiciones a funcionarios para 5.000 docentes primarán la experiencia práctica

Las 5.005 plazas que contemplan las oposiciones que Educación ha convocado para docentes de Primaria y FP tienen como objetivo primordial reducir el porcentaje de interinos, que ronda el 40%, según el sindicato USTEC. Por ello, ha invertido el orden de las pruebas y la primera criba será la presentación de la programación y la unidad didáctica, que harán todos los aspirantes y, los que la superen, se enfrentarán a la prueba más memorística. Además, ahora se da más valor a los méritos acreditados. El portavoz de USTEC-STEs en Lleida, Jaume Añé, valoró el cambio, pero lamentó que no exista una doble vía, una para interinos que llevan años trabajando y otra para los que no tienen experiencia. También pidió un pacto de estabilidad para garantizar la continuidad de los interinos que no consigan la plaza y que cumplan unos requisitos y criticó que los que ganen la plaza no serán nombrados funcionarios hasta el curso 2020-2021. Al respecto, Alba Galiano, de CCOO, consideró que se agilizaría “con más recursos y tribunales”. Asimismo, ve “más justa” la prueba en la que “puedes demostrar que tienes habilidades y competencias” para dar clase. Josep Maria Ibáñez, de UGT, también cree que permitirá comprobar “habilidades docentes, comunicativas y de empatía”, pero reconoció que “perjudica a los que acaban de terminar sus estudios”.

De hecho, entre los interinos abunda la precariedad laboral. Una docente de Primaria explica que en los últimos 12 años ejerce a media jornada más otro tercio, lo que supone que “en verano casi no llego a mileurista”. Otra que trabaja en el mismo centro a media jornada afirma que compatibiliza la docencia con el trabajo de recepcionista en un gimnasio también se presentará, mientras que una tercera interina de la misma escuela, con 7 años de experiencia, no lo hará porque no tiene tiempo. Otra espera a las oposiciones para ESO y dice que siempre ha tenido ventaja quien tiene experiencia. Otros dos interinos creen que en las oposiciones se evaluará que sepan aplicar trabajo por competencias sin haber sido “entrenados” para ello.

Considera que “comenzar las oposiciones por la ‘performance’ de la explicación de cómo organizar el módulo profesional es una ventaja para los interinos”. Argumenta que, al llevar tiempo dando clase, saben “cómo el módulo encaja en el ciclo y también dominamos las unidades formativas”. Por esta razón, es optimista con esta convocatoria, de modo que espera aprobar las oposiciones y obtener plaza. Además, apunta que esta vez hay más de sesenta plazas para su especialidad, muchas más que en la anterior convocatoria. “Mi hobby es el ajedrez, así que estoy acostumbrado a perder, pero espero algún día ganar, porque tener una plaza es necesario, aunque este trabajo es vocacional”, subrayó. En este sentido, destacó la “estabilidad y tranquilidad” que supone para los docentes conseguir su propia plaza, para no estar pendientes de en qué centro (o centros) tendrán que dar clase al siguiente curso.