TRIBUNALES CRIMEN
Piden anular la prueba de las cámaras de seguridad en el crimen de Acadèmia
La defensa de Jordi Lanuza, el instalador de fibra óptica de 45 años acusado de matar a la funcionaria de Enseñanza Amparo Soler Betés el 17 de febrero del año pasado en la vivienda de la víctima en la calle Acadèmia, ha solicitado anular la grabaciones de las cámaras de seguridad que forman parte de la investigación de los Mossos d’Esquadra y es uno de los principales indicios que hay contra el presunto autor. La defensa solicitó anular las grabaciones de una comunidad de vecinos y de una gasolinera ante la Audiencia de Lleida alegando que se cometía una infracción contra la intimidad porque grababan más ángulo del permitido, explicaron fuentes judiciales. El tribunal lo desestimó pero el abogado de Lanuza ha interpuesto un recurso ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya. La apelación provocará la demora del juicio, que iba a celebrarse en marzo. Se calcula que podría celebrarse a finales de abril o mayo.
Las cámaras de seguridad revelaron que la víctima llegó a su casa a las 14.16 horas y que solo un minuto después el acusado aparecía en el portal, pese a que él afirmó que no acudió al piso hasta las 14.30 horas y, como nadie le contestó al interfono, se fue, llamó a la víctima desde el coche y le dijo que no había podido localizarla. Sin embargo, un vecino señaló a los Mossos que vio cómo el acusado entraba en la vivienda, por lo que se deduce que esta le estaba esperando, lo que explicaría que la puerta no estuviera forzada. Lanuza salió a las 15.04 horas, por lo que estuvo unos 34 minutos dentro del piso, según los investigadores. La Fiscalía solicita 15 años por homicidio y la acusación particular, 22,5 años por asesinato. El acusado siempre ha negado las acusaciones.