DEMOGRAFÍA BALANCE
Lleida capital vuelve a ganar habitantes pero pierde 3.200 extranjeros en 5 años
La población de la ciudad de Lleida ganó 529 habitantes el año pasado y alcanzó los 137.834, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Se trata del primer crecimiento vez desde 2012, aunque aún queda lejos el máximo logrado entonces, de 139.834. Asimismo, en esos cinco años la capital perdió más de 3.200 residentes de origen extranjero.
La ciudad de Lleida ganó población el año pasado por primera vez desde 2012. Según los últimos datos de población del Intituto Nacional de Estadística (INE), en 2018 la ciudad alcanzó los 137.856 habitantes, un total de 529 más que los 137.327 de 2017, pero aún lejos del máximo de 139.834 logrado en 2012. A partir de ese año, coincidiendo con los años más crudos de la crisis económica, la capital del Segrià fue perdiendo población de manera progresiva y la caída principal se produjo entre el colectivo de personas de origen extranjero, con un descenso de 3.222 en cinco años. La población general disminuyó en 1.978 personas. El año pasado comenzó la recuperación de la población, pero la cifra de residentes se sitúa aún en índices similares a los de 2010 (entonces había 137.387 habitantes).
Actualmente, 26.665 habitantes de la capital son originarios de otros países, según datos del padrón municipal, lo que supone un 19,3% del global. Cinco años atrás eran 29.887. No obstante, el descenso no puede atribuirse únicamente al regreso a sus países de origen o al cambio de residencia a otras ciudades, sino que hay que tener en cuenta las nacionalizaciones, por las que personas que eran extranjeras pasan a ser consideradas españolas sin moverse del sitio. En este sentido, Jordi Domingo, profesor del departamento de Geografía y Sociología de la Universitat de Lleida, remarcó que la llegada de inmigrantes sufrió un auge que quedó frenado a partir de 2012 a causa de la agudización de la crisis, que ha provocado que España deje de ser un país atractivo para los extranjeros que buscan un futuro mejor.
En la ciudad residen en la actualidad extranjeros de 128 nacionalidades y la más numerosa es la originaria de Marruecos, con 5.632 personas. Años atrás este colectivo fue superado por el de rumanos, con más de siete mil, pero ahora son 5.531 y ocupan el segundo lugar. Según el padrón, hay habitantes procedentes de lugares tan diversos como Brunei (uno), Kazajstán (tres), Tayikistçan (uno), Biolerrusia (trece), Laos (uno), Siria (24) o Benín (cuatro). Incluso hay un hombre clasificado en el padrón como apátrida.
«Vinimos porque en nuestro país no había trabajo»
Flavia y Aurel Mornea. Originarios de Rumanía
Flavia y Aurel Mornea son originarios de Rumanía, de la región de Transilvania, y llevan más de quince años instalados en la ciudad de Lleida. Flavia explica que en su país no tenían trabajo y que primero emigró Aurel, que en un principio recaló en Benabarre. Recuerda que en aquella época “no éramos europeos”, de manera que la burocracia para marcharse a trabajar a otro país les resultó más complicada que ahora y “tuvo que venir con visado”. Pocos años después, ella siguió los pasos de su marido y, después de pasar por Benabarre y Rosselló, se instalaron definitivamente en la capital del Segrià. “Aquí estamos bien. Superamos los años de crisis y tenemos trabajo. También compramos un piso y pagamos una hipoteca”, relata, por lo que por el momento no tienen intención de regresar a vivir a Rumanía. De hecho, una muestra de su enraizamiento en Lleida es que, en los últimos años, buena parte de su familia también ha optado por venir a a la ciudad. “Mi padre falleció y mi madre vino a vivir aquí. Y también mi hermano y su familia”, detalló Flavia. La comunidad rumana llegó a ocupar la primera posición en el ranking de residentes de origen extranjero, con más de siete mil en 2013, pero ahora son ‘solo’ 5.531 y se sitúa en el segundo lugar, aunque muy cerca del primero, que es Marruecos.