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¿Escritura en decadencia?

Profesores de Secundaria y la UdL constatan que los alumnos cometen graves faltas de ortografía y expresión || Muchos opinan que el lenguaje del móvil y las redes les influye negativamente

Estudiantes de segundo de Bachillerato del instituto Guindàvols

Estudiantes de segundo de Bachillerato del instituto GuindàvolsS.E.

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Los alumnos de Secundaria y universitarios cometen graves faltas de ortografía y expresión de manera generalizada, pese a las medidas de los centros para intentar revertir la situación. Así lo constatan los docentes, y muchos ven una influencia negativa en el lenguaje las abreviaturas y falta de acentos que usan en whatsapp y las redes sociales.

Escribir sin faltas de ortografía, con oraciones bien construidas y usando correctamente los signos de puntación parece una misión imposible para muchos alumnos. Profesores de Secundaria constatan que cometen errores básicos como usar ‘tenir que’ en lugar de ‘haver de’ en catalán o no acentuar en castellano las palabras terminadas en ‘ía’, así como emplear en trabajos o exámenes abreviaturas como las de los mensajes de móvil o redes sociales, donde tampoco usan habitualmente acentos, porque priorizan escribir rápido a hacerlo bien. Muchos docentes opinan que las redes influyen negativamente en la ortografía, mientras que otros defienden que se trata de lenguajes y contextos distintos. En los institutos se toman medidas como bajar 0,1 puntos por falta, para intentar mejorar la escritura, y la UdL programa pruebas de ortografía y expresión a los alumnos de Educación Infantil y Primaria en la asignatura de lengua catalana, pero uno de cada cuatro no las supera.

Profesoras del instituto Maria Rúbies destacan que los alumnos actuales “son la generación que más lee y más escribe (en el móvil y las redes), pero si escribieran bien en el whatsapp, lo harían bien también en un contexto formal”. “Si tuvieran bien consolidadas las normas ortográficas y sintácticas y tuvieran vocabulario, sabrían diferenciar los contextos formal e informal, pero estamos en la cultura de la rapidez, no del esfuerzo”, señalan. Apuntan que “también se nota si las familias están implicadas y le dan importancia o no a esta cuestión” y remarcan que en cuarto de ESO tuvieron que hacer “un recordatorio de ortografía de cara a las competencias básicas”. Para motivarlos a aprender ortografía, llegan a organizar concursos de preguntas con cuatro posibles respuestas o también tipo ‘Pasapalabra’, aunque recalcan la importancia de la lectura para aprender a escribir mejor.

Docentes afirman que muchos alumnos no diferencian el lenguaje coloquial del formal

Emili Bayo, escritor y profesor en el Josep Lladonosa, también opina que “leen muchos textos de las redes sociales en su móvil, pero de bajísima calidad”, y cree que en los últimos años se ha producido “un deterioro constante de la ortografía y, sobre todo, una despreocupación por este tema”. “No se trata tanto de saber si hay que escribir una palabra con ‘b’ o con ‘v’, sino que les da igual. Son herederos de una situación social que lo favorece, es un problema más social que educativo”, argumenta. “Es escandaloso lo que nos encontramos a veces.”, subraya.

Maribel Serrano, profesora en el Montsuar y asociada de la UdL, destaca que “la ortografía está a la baja, influyen mucho las nuevas tecnologías, porque no son capaces de diferenciar el lenguaje que usan en el móvil de un registro formal de la lengua”. “Las oraciones están mal construidas, no hay cohesión textual. Las faltas de ortografía son horrorosas, aunque también depende un poco de cada promoción. Los profesores no sabemos muy bien qué hacer, porque hay alumnos a los que les mandas hacer cuadernillos específicos y mejoran, pero otros no”, señala.

Por su parte, Margarida Sampietro, directora de la escuela la Mitjana, considera que no ha habido una relajación de la enseñanza de la ortografía en Primaria. “La trabajamos desde el ciclo inicial. Les exigimos un nivel de ortografía y les hacemos reflexionar sobre las faltas. Las reglas de acentuación se memorizan”, reitera, y admiten que “quizás lo que no se trabaja tanto como antes es la caligrafía”. “La verdad es que no sé dónde se rompe la cadena, porque la realidad es que titulados en Educación que llegan a la escuela hacen muchas faltas y, por lo que sé, sucede lo mismo con los graduados de otras carreras”. La directora del instituto escuela Torre Queralt, Maite Torrelles, corrobora esta situación, y destaca la importancia de leer cada día para interiorizar los textos bien escritos y de usar cuadernos de ortografía y caligrafía para mejorar. Asimismo, la directora de colegio del Frederic Godàs, María José Castelló, afima que “ahora se da más importancia al sentido comunicativo, que llegue lo que quieren comunicar con un texto, que a la forma”. “Nos hemos vuelto tolerantes, pero saber escribir sin faltas es un aprendizaje básico”, subraya.

En cambio, alumnos de primero de Bachillerato del Josep Lladonosa expresan opiniones diversas sobre la influencia del móvil. “Sabemos cambiar el chip y diferenciamos el lenguaje que usamos para escribir mensajes en el móvil del que utilizamos para trabajos o en los exámenes”, opinan dos de ellos. No obstante, otra admite que “a veces hago faltas como escribir ke en lugar de que”. También consideran necesario que les penalicen por faltas porque así se conciencian de que hay que escribir bien. “A mí me han llegado a bajar 1,5 puntos”, señala uno.

Estudiantes de segundo de Bachillerato del instituto Guindàvols

Estudiantes de segundo de Bachillerato del instituto GuindàvolsS.E.

Estudiantes de segundo de Bachillerato del instituto Guindàvols

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