La zona cero de Ramiro Ledesma

Los bloques Ramiro Ledesma, oficialmente denominados Grup Mariola, están condenados a la piqueta o a una remodelación integral. No solo porque el denominado Plan Mariola 20.000 anunciado hace un año por el equipo de gobierno de la Paeria así lo prevea, a falta de conseguir la financiación necesaria, una tarea que se presume muy ardua, sino porque su deterioro es evidente. La crisis económica tuvo un impacto brutal sobre muchas de las familias que residían en estas viviendas. Los desahucios se contaron por decenas y a ellos les siguieron las “okupaciones” y, lo que es peor, el desvalijamiento de los materiales aprovechables de numerosos pisos. Pero antes de que estallara la crisis, cuando el “boom” inmobiliario se encontraba en su momento más álgido, tuvo lugar una tragedia que vista con el tiempo parecía presagiar lo que ha sucedido años después. El 2 de febrero de 2005, una explosión de gas butano destrozó 16 pisos del bloque D y provocó 3 muertos. La por aquel entonces consellera de Interior, Montserrat Tura, afirmó que episodios como este y otros similares ocurridos en Catalunya constataban la necesidad de adoptar medidas para mejorar la calidad de vida en los barrios más humildes. Sin embargo, la crisis y los efectos que comportó han hecho que catorce años después la situación haya empeorado.

Hoy en día, hay solo un solar vacío y nada que recuerde la tragedia. En su momento, los vecinos rechazaron poner una plaza o juegos infantiles “para respetar el descanso de los vecinos” y ahora solo desean que el Plan Mariola 20.000 sea una realidad para revitalizar el barrio. Ha pasado mucho tiempo, pero la explosión sigue muy presente su memoria. Algunos relatan que fue como si empezara una guerra. “Solo se oían gritos, lloros y todo el mundo corría porque no se veía nada por culpa de una gran nube”, explica uno de ellos. “Cuando llamé a emergencias y expliqué que había explotado un bloque me contestaron que enviaban una patrulla”, señala justamente el que ahora es presidente vecinal, Víctor Ruiz, que recuerda que la gente huía al Turó de Gardeny por miedo a más explosiones.

El presidente vecinal insta a que no haya barrios marginales El presidente de vecinos de la Mariola, Víctor Ruiz, insta a los políticos “a dejar sus diferencias y a que trabajen juntos para que no haya ni un solo barrio en toda España con necesidades especiales”, ya que, a su juicio, “todos los ciudadanos tenemos derecho a vivir en buenas condiciones”.