Multados 40 conductores al día por exceso de velocidad o saltarse el semáforo en rojo

La Guardia Urbana tramitó el pasado año un total de 14.655 multas a conductores que fueron cazados por los radares y los semáforos con cámara (conocidos como “foto-rojo”) instalados en las calles de Lleida. La mayoría, 10.028, fueron por exceso de velocidad, mientras que los “foto-rojo” generaron otras 4.627 sanciones. Hay que tener en cuenta que en abril del pasado año la Paeria aplicó la rebaja del límite de velocidad a partir de la cual sancionaban los radares, que pasó a ser de 60 kilómetros por hora en lugar de los 65 por hora que se habían fijado desde el inicio de su funcionamiento en agosto de 2014.

El cuadro de multas de la Guardia Urbana establece que cuando el vehículo que comete la infracción no supera los 70 kilómetros por hora, la sanción será de 100 euros (que se reducen a 50 si se paga dentro del plazo fijado en la primera notificación). Entre 71 y 80 por hora, el importe aumenta hasta los 300 euros y resta 2 puntos del carnet de conducir; entre 81 y 90 por hora son 400 euros y 4 puntos; entre 91 y 100 por hora, 500 euros y 6 puntos; y a más de 100 por hora, 600 y 6 puntos, siempre teniendo en cuenta que el pago voluntario reduce el importe a la mitad. Por lo que respecta a saltarse el semáforo en rojo, el castigo es de 200 euros (100 si el pago es voluntario) y 4 puntos del carnet de conducir.

La Paeria asumió el pasado 19 de febrero la gestión de ambos dispositivos tras finalizar la concesión

Fuentes municipales destacaron que el pasado año, al igual que en 2017, no hubo ningún accidente mortal. Además, bajaron los accidentes con heridos graves, que fueron 20 frente a los 31 del ejercicio anterior, lo que la Urbana vincula a la reducción progresiva de la velocidad media desde que entraron en servicio los radares. Los siniestros con heridos leves, sí crecieron, al pasar de 264 a 290, y los atropellos se redujeron ligeramente, ya que hubo 68 frente a los 70 de 2017. Los accidentes registrados fueron en total 2.019, de los que 1.751 no ocasionaron ningún herido.

La Paeria asumió el pasado 19 de febrero la gestión directa de los radares y “foto-rojo” una vez acabada la vigencia de la concesión a la UTE Sice-Arnó, a la que ha acordado abonar algo más de 200.000 euros por el traspaso de los dispositivos y del coche radar. El contrato de la concesión del servicio fue firmado a finales de 2013, arrancó en la primavera de 2014 con los “foto-rojo” y ha estado marcado por las discrepancias entre Paeria y empresa sobre la velocidad a partir de la cual se empezaba a multar.