Denuncian que el deterioro de los regionales ayuda a la despoblación

La inversión efectuada en las últimas décadas en la red de alta velocidad contrasta con el deterioro de las líneas ferroviarias de regionales. El caso más sangrante es el de la línea de Manresa. Según el alcalde de Cervera, Ramon Royes, la falta de inversiones en esta línea de tren provoca un servicio precario tanto en lo que refiere a averías como en lentitud de los convoyes. “La gente opta por buscar alternativas a un servicio que requiere 3 horas para hacer el desplazamiento entre Cervera y Barcelona, cuando por carretera se tarda tres veces menos para hacer el mismo recorrido”. Para Royes, esta “precariedad histórica para los usuarios de las zonas rurales supone un agravio comparativo con los usuarios de las zonas metropolitanas, ya que los sitúa en la cola de los servicios ferroviarios de transporte y esto, en última instancia, provoca la despoblación de la zonas que ya son las menos pobladas del interior de Catalunya”. En este sentido, manifiesta que “hoy, por razones de trabajo se requiere un transporte eficiente para comunicarse con Manresa y Barcelona, y nos encontramos con una oferta obsoleta que solo permite desplazarse hasta Barcelona a la misma velocidad que hace 160 años, cuando se puso en marcha la línea”. A ello se une las continuas averías en la línea “que se resuelven con parches, siendo siempre los usuarios los que padecen las deficiencias del transporte”. Para Royes, “el centralismo pesa demasiado a la hora de invertir y las zonas menos pobladas son siempre las más perjudicadas”.

Según el alcalde, en la actualidad el tren se utiliza básicamente para desplazamientos en dirección a Lleida, que es el tramo con una mayor frecuencia horaria y tiene menos averías. En el mismo sentido se manifiestan los usuarios de esta línea, que coinciden en que el uso del tren es mayoritario en dirección a Lleida. Con todo, mientras algunos afirman que ha mejorado la comodidad en algunos convoyes, otros indican que en general se trata de una oferta obsoleta.

Precisamente, la línea de Manresa ha sufrido en los últimos meses dos accidentes mortales. El primero de ellos tuvo lugar el pasado noviembre cuando un desprendimiento por las lluvias de esos días a la altura de Vacarisses provocó que el convoy descarrilara y muriera una persona y otras 41 resultaron heridas. El otro accidente mortal ocurrió el 8 de febrero cuando dos trenes chocaron frontalmente cerca del antiguo apeadero de Castellgalí, en el Bages, provocando un muerto y más de 60 heridos.