Polémica por las condiciones del crédito de las torres de la Llotja

El consejo de administración del Centro de Negocios y Convenciones (CNC) aprobó ayer con los votos a favor de PSC y Ciudadanos posponer el rango hipotecario de los terrenos de la primera de las llamadas torres de la Llotja para que el Banco Santander pueda optar a la reversión de los terrenos en el caso de que Metrovacesa, actual propietaria del terreno, no construya los pisos de la primera torre. Esta era una condición indispensable que la entidad bancaria ponía a Metrovacesa para conceder el crédito que permitiera iniciar la obra y, en caso de que finalmente no se construyeran las torres, la finca quedara de su propiedad. Así lo aseguró el alcalde Fèlix Larrosa, que precisó que “en su momento cobramos 50 millones por la finca y las obras empiezan en breve, por lo que cambiamos el derecho preferente en favor de quien escriturará la hipoteca de la obra para facilitar las ventas”. Esta operación fue criticada por el PDeCAT, ERC y la Crida, que votaron en contra de esta decisión. En este sentido, el consejero delegado de la CNC, Rafel Peris, precisó que la modificación solo afectaría “a los terrenos de la primera torre, seguimos manteniendo la condición resolutoria del resto de la finca” y que “es una práctica habitual que se hace en las fincas de la Empresa Municipal de Urbanismo, por ejemplo, para evitar especulación y asegurarse que las obras se hacen”. El PDeCAT ya criticó el martes que “si tan segura está Metrovacesa y hay tantas ventas, ¿por qué pone esta condición?”. ERC alertó que de este modo “se pierde la oportunidad de que el solar vuelva a manos públicas” y que la operación “solo beneficia a intereses privados”, mientras que el edil de la CUP Francesc Gabarrell criticó “la opacidad de esta operación inmobiliariaque se vendía como el gran proyecto de la ciudad y ahora vemos que falta inversión para hacerlo”.

Paralelamente, el consejo de la CNC hizo balance de los presupuestos de 2018 y Peris destacó que los ingresos aumentaron un 61% y se obtuvieron 178.000€ de beneficio “sin contar las amortizaciones de deuda y el mantenimiento del edificio”. Gabarrell respondió que “si añadimos estos apartados, nos queda un saldo negativo de 1.284.940€ que demuestra que la Llotja es inviable”.

Por otra parte, también se aprobó la cesión de 26 plazas del parking de la Llotja a Vithas Salut, que amplía sus instalaciones con una área de resonancias magnéticas.