Dos guardias civiles dicen que dos mossos les "insultaron" el 2 de octubre en Lleida
Uno de los mossos, que también ha declarado en el juicio, lo niega
Dos guardias civiles han asegurado este martes en el Tribunal Supremo que el día 2 de octubre, mientras caminaban por la plaza de Sant Joan de Lleida con dos compañeros más, "fueron aplaudidos de manera despectiva" e "insultados" por parte de dos mossos d'esquadra que estaban de servicio. "Por allí van los piolines", han explicado que dijo uno de los agentes de la policía catalana. También han explicado que el mosso les reprochó que el 1-O "habían pegado a su familia" y que los tildó de "hijos de puta". Uno de los testigos, un cabo, ha explicado que se dirigieron a los mossos para pedirles explicaciones y que en aquel momento se "guardaron" el número de identificación personal en el bolsillo. Durante la discusión, uno de los dos se volvió a poner el número en la solapa. Los guardias civiles les recriminaron su actitud y les pidieron la identificación para poner una queja en la comisaría de los Mossos.
El cabo ha remarcado que la situación "no fue normal", porque en aquella ocasión "fueron los garantes del orden público los que lo estaban alterando". "Estaban todos en nuestro alrededor, aplaudiendo, grabando con el móvil, no pude prestar más atención porque el estado de nerviosismo era bastante elevado", ha añadido. De hecho, ha asegurado que a partir de aquel momento se quedó en el hotel y que parecía que era mejor salir solo a la calle, porque en grupo era "más fácil que te identificaran". El grupo de guardias civiles no fueron finalmente a emitir una queja a la comisaría de Mossos y su superior los emplazó a ir a la comandancia de Lleida para poner una denuncia. El cabo ha explicado que pudieron identificar a uno de los dos mossos.
Versión de uno de los mossos
Uno de los mossos (número 6243) también ha sido citado a declarar al Tribunal Supremo y ha dado su versión de los hechos. Ha explicado que estaba con un compañero en la plaza de Sant Joan haciendo un servicio de protección de la sede del PP, cuándo vieron a un grupo de personas en la calle. "A medida que se iban acercando, nos miraban fijamente, uno pasó por delante nuestro, y mi compañero me dijo que estos podrían ser piolines", ha explicado. Entonces, "uno se giró, gesticuló, nos miró y continuó la marcha".
El mosso ha explicado que, al cabo de un rato, volvieron "quejándose de que les habíamos insultado". El agente de la policía catalana, sin embargo, ha negado haberlo hecho y tampoco haberles aplaudido, como han asegurado los guardias civiles, ni ellos ni los peatones que podía haber por la calle. De hecho, ha situado el hecho hacia las tres y media de la tarde, con "casi todo el comercio cerrado" y con "poca gente" en la calle. "No hubo ningún aplauso ni les insultamos", ha insistido.
Sobre el número de identificación, ha explicado que a su compañero lo llevaba visible y que él se lo puso en el chaleco porque se dio cuenta de que lo llevaba escondido a la camisa. Además, ha dicho no saber porque sólo se pudo identificar a él y no a su compañero. El mosso ha añadido que ellos también les pidieron la identificación y que sólo uno les mostró la credencial, "que escondió rápidamente".
El mosso ha asegurado que puso estos hechos en conocimiento de sus superiores y que no le han abierto ninguna actuación disciplinaria. El otro agente de la policía catalana no ha sido identificado.