TRIBUNALES ABUSOS
Una década de cárcel por violar cada día a su hijastra durante 6 años y dejarla embarazada
La víctima, a la que el agresor obligó a abortar, relata que se crió con los abusos || La Fiscalía rebaja la petición de 15 a 12 años y la defensa se conforma pese a que el acusado se niega a admitir los hechos
El vecino de Lleida de 51 años acusado de violar a su hijastra cada día durante seis años aceptó ayer una condena de al menos 10 años de prisión después de que su defensa aceptara un acuerdo con la Fiscalía, pese a que se negó en todo momento a reconocer los hechos. La Audiencia Provincial acogió ayer el juicio, en cuya recta final el Ministerio Fiscal rebajó su petición inicial de 15 años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual a una pena de 12 años por un delito continuado de abuso sexual. La defensa se adherió a esta petición y confió en que se aplique el mínimo de 10 años. Durante el juicio, la víctima señaló ayer que se crió con los abusos, que se iniciaron cuando solo tenía 10 años, y que no contó nada a nadie porque no sabía cómo reaccionar y por miedo a la reacción de su agresor. En su declaración, la joven, que ahora ya es mayor de edad, relató que los abusos comenzaron cuando llegó a Lleida procedente de Bolivia y que fueron siendo más graves hasta consumarse relaciones sexuales completas. De hecho, la joven afirmó que cuando solo tenía 13 años se quedó embarazada y fue el acusado, su padre legal, quien le compró la prueba de embarazo y la llevó a una clínica para abortar, cuando ya había cumplido los 14. La víctima señaló que nunca le contó nada a nadie por “vergüenza” y porque “tenía miedo de lo que pudiera pasar”. En 2016, al regresar de un viaje a Bolivia, la víctima explicó que reunió fuerzas para plantar cara a su agresor y los abusos cesaron. Sin embargo, no denunció los hechos hasta dos años después, en 2018. La razón la dieron los psicólogos judiciales, que señalaron que la joven les había explicado que había visto al acusado llevarse a su hermana pequeña a una granja y que temía que esta se convirtiera en su “sustituta” y abusara de ella. Los psicólogos avalaron la credibilidad de la joven y señalaron que sufre graves secuelas por las continuas violaciones sufridas. El acusado, por su parte, negó los abusos y solo reconoció que la llevó a abortar a una clínica de Tarragona sin contárselo a nadie, ni siquiera a la madre de la niña. La Fiscalía rebajó a abusos al no ver acreditado el uso de la violencia.