GASTRONOMÍA POLÉMICA
Cientos de personas visitan el Rumm Festival pese al veto a 14 camiones restaurantes
La Paeria dice que su prioridad es garantizar la salud y una de las ‘food truck’ logra reabrir al presentar la documentación || Los responsables de las caravanas anuncian medidas contra el ayuntamiento
Cientos de personas visitaron ayer por la tarde la séptima edición del Rumm Festival pese al veto del viernes de la Paeria a 15 de las 23 Food Trucks que ocupan desde el viernes los Camps Elisis por carecer del número de registro sanitario. La Guardia Urbana inspeccionó ayer las caravanas restaurante, lo que motivó el cierre voluntario de ‘food trucks’ vetadas el viernes. Otra de las caravanas pudo finalmente abrir tras presentar su número de registro demandado y una más se negó a cerrar, lo que motivó la apertura de un expediente sancionador por parte de la policía. Según el ayuntamiento, el número de registro le había sido negado previamente por incumplir la normativa sanitaria.
Ante las quejas de los responsables de las ‘food trucks’, el teniente de alcalde Xavier Rodamilans defendió que lo más importante es “garantizar las condiciones de salud pública”. “Tenemos la obligación de salvaguardar el bienestar ciudadano. Por eso aplicamos normativas de prevención que eviten consecuencias que pueden llegar a ser gravísimas”. Además, el ayuntamiento dijo que pretende “evitar casos como el que tuvo lugar en el Pride Barcelona, el 30 de junio, donde hubo 29 afectados, que requirieron atención hospitalaria, por una ‘food truck’, que sirvió comida rápida”.
Los responsables de las caravanas lamentaron que “es la primera vez que nos encontramos en esta situación, estamos indignados”. “Todas los vehículos cumplen con los requisitos sanitarios. Este documento es obligatorio tan solo para los establecimientos fijos, aún así, cada ‘food truck’ lo ha pedido a su respectivo ayuntamiento pero hasta que lo recibe pueden pasar años. Es por ello que cada consistorio les otorga una acreditación para que puedan trabajar, pero al parecer en Lleida no sirve”, dijo el organizador del Rumm, Marc Tarrés. “No tenemos más remedio que emprender medidas legales contra el ayuntamiento”, por perjuicios, añadió. “Hace un año, las asociaciones de street food de Catalunya y el departamento de Salud elaboramos una guía de buena praxis para intentar regularizar el sector de las ‘food truck’ y no nos dijeron que necesitábamos un número de registro sanitario. No entendemos por qué lo que le sirve al Govern, no sirve en Lleida”, explicó el presidente de la asociación Catalunya Street Food, Luís Fernández.
La organización decidirá durante la mañana de hoy si abre sus puertas.