CENTRO HISTÓRICO COMERCIO
La Urbana impone una multa al mes por venta ambulante sin permiso en el Barri Antic
Los vecinos denuncian que la plaza del Dipòsit se convierte casi a diario en un mercado ilegal, básicamente de ropa y calzado de segunda mano || Afirman que genera inseguridad y piden más presencia policial
La plaza del Dipòsit, en el Centro Histórico, acoge casi diariamente un mercadillo irregular, sobre todo de ropa y calzado que parecen de segunda mano. “Siempre está lleno de paradistas y de gente, y algunos días incluso colapsan toda la plaza”, afirma un portavoz de la asociación de vecinos de Jaume I el Conqueridor. “Es habitual que cada día se instalen allí unos cuantos paradistas y ofrezcan ropa y otros artículos, pero desde hace unas semanas cada día está desbordado, especialmente los sábados”, detalla, y considera necesaria una mayor presencia policial. “Entre que el mercado es ilegal y que no se ven policías por la zona se genera inseguridad y, a la vez, hace que el mercado crezca más”. Esta queja fue respaldada por la plataforma del Pla de l’Aigua, que no entiende “cómo se permite hacer un mercado cada día y sin los permisos necesarios”. “Es un síntoma de la dejadez y el olvido que tiene el ayuntamiento hacia el Centro Histórico”, señala su portavoz.
Según ha podido saber este diario, la Guardia Urbana acude periódicamente a la plaza del Dipòsit para vigilar este mercado irregular, donde requisa mercancía en venta sin permiso y levanta actas por venta ambulante sin permiso. En este sentido, este año ya ha abierto cuatro actas por este motivo en esta zona del Barri Antic, lo que supone una media de una al mes, según las actuaciones hechas públicas por la Policía Local. El año pasado, los agentes abrieron 21, una media de casi dos la mes, también de forma mayoritaria en la plaza del Dipòsit, mientras que en todo 2017 solo fueron dos. La Urbana aplica la ordenanza que regula la venta no sedentaria determina, que tipifica como infracción muy grave ejercer la venta ambulante sin la pertinente licencia o autorización y establece el cese inmediato de la actividad y una multa que puede ascender a un máximo de 1.200 euros. No obstante, es difícil que estas sanciones se acaben cobrando porque las personas que venden de manera irregular en la plaza del Dipòsit suelen ser insolventes. Este mercado no se puede considerar un ‘top manta’, en el que se suelen vender artículos falsificados que atentan contra la ley de propiedad intelectual, sino que los ‘paradistas’ ofrecen ropa, calzado y otros artículos usados, quizás incluso recuperados de contenedores.