CANDIDATA A LA PAERIA
Rosa Peñafiel: «Quiero una Lleida feminista que deje de estar secuestrada por el PSC»
Candidata a la Paeria por Crida per Lleida
Si la Crida fuera decisiva para formar un gobierno independentista, ¿preferiría estar dentro con concejalías o fuera?
Dentro, y yo tendría la concejalía Feminista, que la proponemos en nuestro programa junto con la de LGTBI. Las mujeres, sí o sí, tenemos que estar en el gobierno y una concejalía es una herramienta transversal para trabajar con las otras concejalías y para luchar por nuestros derechos, en el sentido de revertir la situación de desigualdad que aún tenemos. Lo que queremos las mujeres es avanzar en derechos, no continuar insistiendo en recuperar los que son nuestros. A día de hoy, aún tenemos que reclamar un salario y horarios dignos, tener conciliación familiar y laboral, además hay que luchar contra la violencia machista y para que las mujeres de familias monoparentales y en situación de riesgo de exclusión social tengan un acompañamiento integral. Por todo esto, queremos una concejalía, para estar y no para pedir.
Además de cumplir con el mandato del 1-O, ¿tienen otras prioridades?
Queremos una Lleida republicana, de justicia social, feminista y de vidas dignas. Es decir, que no haya nadie durmiendo en las calles, generar ocupación para los jóvenes y que no se vayan de la ciudad. Todo lo que sea poner la vida en el centro de la actividad política.
El hecho de que una parte de la CUP se presentara a las generales y la otra no, ¿les puede perjudicar?
Fue una decisión por asamblea. Una parte quería concurrir a las generales para tensionar a nivel nacional y la CUP no lo entendió así porque ya estamos desconectados del Estado, pero no creo que nos perjudique.
¿Estaría dispuesta a apoyar un alcalde de JxCat?
Hace poco que pactamos la remunicipalización del agua, pero hay políticas suyas en las que discrepamos. Lo que sí que decimos es que no frenaremos un cambio del gobierno socialista. Hay que romper con el secuestro de 40 años de PSC. Potenciaremos e impulsaremos este cambio.
Hablando de remunicipalizar el agua, ¿hasta qué punto es viable, teniendo en cuenta que el contrato con Aqualia termina más allá del 2030?
Estas cuestiones hay que abordarlas sabiendo cómo repercutirán y qué supondría romper el contrato, pero revertirlo es algo que tenemos que hacer posible. Si la cuestión económica lo permite, pienso que ganaremos en garantizar la calidad, transparencia y en velar por los derechos de los trabajadores. Si hay algún tipo de cuestión en que perdamos, seguramente ganaremos mucho más. Los derechos de los trabajadores en las empresas privadas están precarizados.
¿El servicio del agua sería más barato para el consumidor?
En principio lo tiene que ser, pero por encima de ello hay la transparencia, la calidad, que sea un servicio para todos y que no se le corte a nadie.
¿Qué otros servicios hay que remunicipalizar?
El transporte público, el centro de asistencia a la dependencia, la limpieza y la zona azul.
¿Qué debe hacerse con la mezquita? ¿Que los musulmanes continúen en el Palau de Vidre, darles un plazo para que busquen otro sitio o que la Paeria les ofrezca alguna alternativa?
El Palau de Vidre no tiene infraestructura para ofrecerlo a ningún colectivo. Está obsoleto y le hace falta un mantenimiento integral. Nosotros somos aconfesionales, se podría ofrecer algún espacio, pero que sea gestionado y costeado por ellos y no con impuestos municipales.
¿Qué hacemos con el POUM, lo dejamos como está, lo modificamos o lo volvemos a hacer?
Acabo de llegar a la política. Soy de la calle y entiendo que el 90% de la ciudad no conoce el POUM. De lo poco que sé, tengo claro que no es un documento consensuado y debe serlo para aprobar un plan de estas características, que ordenará la ciudad para los próximos 20 años. A partir de aquí, hay que analizar si prevé suficientes espacios verdes, si hay suficiente oferta de vivienda de protección oficial y si garantiza el derecho a la vivienda, ya que creo que es lo más importante para dentro de dos décadas. En lo que sí estamos en contra es en que permita la construcción de macrocentros comerciales en las afueras, que impidan que el comercio de proximidad de la ciudad haga su función de cohesión social. Nos gustaría detener Torre Salses, ya que es un modelo de comercio que en Europa está demostrado que no es viable, porque precariza lugares de trabajo y genera problemas de movilidad. No es un modelo de comercio que Lleida debe tener. En cambio, sí que estamos de acuerdo con el plan de la estación, porque puede vertebrar el Eix Comercial e integrar el barrio de Pardinyes. Lo entendemos como un impulso para cohesionar el comercio de la ciudad y el centro.
¿Qué otras estrategias ayudarían a generar actividad?
Remodelar la Rambla Ferran como un espacio de promoción turística, teniendo en cuenta que el Museu Morera será una realidad y ayudará a revitalizar esta zona, que tiene muchos comercios cerrados.
¿Cómo pueden ayudar a los pequeños empresarios y jóvenes emprendedores?
Con recursos para impulsar a emprendedores y cooperativas. Hay muchos espacios vacíos que podrían utilizarse, como coworking, de actividad colectiva y para emprendedores para poder crear sinergias entre ellos. Luego, hay que tener en cuenta a las entidades, como las pymes y la UdL. Hay que crear planes que ayuden al futuro de los jóvenes que han acabado los estudios.
¿Qué hay que hacer con la Empresa Municipal de Urbanismo (EMU) y su deuda?
Hay que mantenerla, ya que hoy por hoy es el único camino viable para municipalizar los servicios. La ley solo permite recuperar servicios a través de empresas públicas. Solo la mantendríamos con este objetivo y no para especular. Pero hay que analizar su deuda, que realmente existe.
En los últimos meses se ha hablado mucho de la necesidad de revitalizar la Mariola. ¿Cuáles son sus propuestas al respecto?
Siempre ha sido elemento de interés electoralista. No se han hecho políticas reales para dignificar su vida ni incluirla en la ciudad. Está delimitado, como si hubiera barreras. Criticamos que en el plan de barrios, los 1,25 millones de euros destinados a políticas sociales y de vivienda se invirtieron en el museo del Clima. Es un insulto a un barrio que necesita revertir su situación. Nos gustaría poder recuperar el mercado.
Otro proyecto pendiente es recuperar el parque de Les Basses, ¿Cómo debería hacerse?
Tiene que destinarse a un uso público y queremos que lo decida un proceso participativo.
¿Cómo valora la que es su primera campaña electoral?
No hay que normalizar una campaña donde se persigue la libertad de expresión, como ha pasado en nuestro grupo. Pau Juvillà debe afrontar una querella porque la justicia afirma que dejar lazos amarillos en la Paeria es un delito. Creo que la ciudad necesita un cambio. Queremos transformar e incidir en la garantía de derechos. El ayuntamiento es la primera institución a la que acude la gente cuando necesita ayuda y muchas veces no se les da respuesta, sobre todo a las mujeres. Nunca se han hecho políticas feministas y no tenemos un centro de acogida urgente para mujeres maltratadas.