BARRIOS DE LLEIDA
Ciutat Jardí.. Para un puerta a puerta cada día
El primer barrio donde se ha implementado el nuevo sistema critica que no sea diario
Ciutat Jardí vuelve a crecer tras la crisis inmobiliaria con la construcción de bloques de pisos, sobre todo en la parte izquierda de la cárcel, y de chalets en todo el barrio. Los vecinos afirman, unánimemente, que es una zona “muy tranquila”, aunque a algunos les gustaría que fuera más que una zona residencial con comercios y cafeterías. El año pasado, Ciutat Jardí estuvo marcado por la implementación de un nuevo sistema de recogida de basura puerta a puerta y la lucha vecinal contra la cesión de la Paeria del único espacio verde existente al club Futbol i Formació (FiF) para construir dos campos de fútbol.
El puerta a puerta llegó como prueba piloto, junto a Vila Montcada, el pasado mes de noviembre. Los vecinos disponen de su propio contenedor, que deben sacar a la calle frente a su casa entre las 20.00 y las 22.00 horas los días asignados según la fracción. La orgánica se recoge los lunes, miércoles y viernes; el multiproducto (plástico y papel), los lunes y viernes; y la fracción resto, los miércoles. Quien saca la basura que no toca, se le coloca una pegatina y no se recoge. El sistema ha sido bien recibido en el barrio, “ya que todo lo que implique reciclar es positivo”, señalan. Sin embargo, todos los vecinos consultados y el presidente de la asociación vecinal, Héctor Garvín, denuncian que debería recogerse todos los residuos cada día. “Ya viene el calor, llegan los mosquitos y el olor de la orgánica guardada en casa es insoportable”, señala Garvín, que denuncia que “el ayuntamiento afirme que lo está estudiando cuando le pedimos que el servicio sea diario”.
La entidad vecinal reclama una escuela ‘bressol’, un centro de día y que pasen autobuses urbanos
Respecto al espacio verde donde está confirmado que no vendrá el FiF, los vecinos confían en que la Paeria construya “un bonito parque público para todos”. Garvín afirma que “entre las consultas que hacemos a los vecinos sobre el barrio, ninguno ha pedido un club de fútbol”.
Entre las demandas, Garvín señala que “es importante comunicar y unir la parte izquierda de la cárcel con la derecha y aprovechar para urbanizar el lado de la prisión que conecta con Onze de Setembre”. Aún así, manifiesta que “también hay que urbanizar las calles Baldomer Gili i Roig, Monestir de les Avellanes, Roure y Periodista Trapa”. Tanto Garvín como la mayoría de vecinos denuncian que no haya mantenimiento en las calles, “con los impuestos que pagamos”, al igual que la iluminación que afirman que es “deficiente”. Respecto a los servicios, Garvín destaca la necesidad de “servicios sociales y de Atención Primaria para la gente mayor; una escuela ‘bressol’, necesaria dado el crecimiento del barrio; un centro de día y que los autobuses pasen por el interior del barrio”.