Debatiendo bajo la lluvia

Los siete candidatos a alcalde de Lleida que reunió el debate del grupo SEGRE, que habitualmente cierra la campaña, daban pie a hacer una comparación con la exitosa serie Juego de Tronos y sus (iniciales) siete reinos. El problema es que ya elegimos este fenómeno televisivo hace cuatro años en esta misma sección y mejor no repetirse. Para seguir la misma línea seriéfila existía la posibilidad de inspirarnos en Chernobyl, mucho más real que la ficción creada por George R.R. Martin y que ya se augura como su digna sucesora, pero la pugna no fue, por suerte, lo suficientemente ácida, aunque en el exterior el color plomizo del cielo y la lluvia podían evocar la ciudad ahora ucraniana.

Pero el debate, en el nuevo marco de la Llotja, fue tan ágil y ameno que no hizo falta que nos remitamos a ninguna ficción. Se abrió con un guiño tecnológico y casi millennial ya que los siete aspirantes se presentaron mediante Stories de Instagram. Gracias a estos microvídeos descubrimos que al candidato del PSC, Fèlix Larrosa, le gusta Viva la vida de Coldplay; que el de Esquerra, Miquel Pueyo, cultiva un huerto, o que la ciudadana Ángeles Ribes tiene tres gatos. Acto seguido el moderador Santi Roig, en la primera pregunta a los aspirantes, ya dio muestras de que habría marcha, especialmente en el ritmo del debate en el que prácticamente en ningún momento tuvo que cortar a los participantes. Así, por ejemplo, a Toni Postius, de JxCat, le preguntó por los continuos cambios de nombre de la antigua Convergència; al popular Xavier Palau, si era un “candidato de emergencia”; y a Sergi Talamonte, del Comú, si el actual gobierno de la Paeria no había hecho nada bien. Tras esta primera toma de contacto, se iniciaron los bloques temáticos, abriendo el fuego, como era de esperar, el procés. Aquí, además de cruces de acusaciones entre Larrosa y Postius por el uso del catalán en el ayuntamiento, llegó un momento álgido y fue cuando Ángeles Ribes exhibió una piedra de considerable tamaño que, según ella, fue lanzada a la sede de Cs “antes del 155”. Rosa Peñafiel, de La Crida, esperó hasta abordar la temática de movilidad para imitar a Ribes pero de una forma menos contundente. Mostró unas fotos de un carril bici, recién repintado, en una actuación que ella calificó de “partidista” y a lo que Larrosa, con algo de sorna, replicó agradeciéndole que alabara estas reformas. Aquí asistimos a una de las intervenciones brillantes de la “novata” Peñafiel ya que consideró que “lo ideal sería estar siempre en campaña, aunque yo no lo aguantaría”. Y hablando de principiantes, sorprendió gratamente también el alcaldable del PP por su motivación y la retahíla de propuestas que desgranó.

Ribes exhibió una piedra de grandes dimensiones y Peñafiel, fotos de obras y recortes de prensa

Y para terminar, más de un candidato se refirió a que Lleida debe ser la segunda capital catalana (Pueyo matizó que “debe serlo, pero de algo”), con lo que quedó en el aire si pasará por delante de Barcelona, después de que el president Torra dijera esta semana que Girona había tomado el relevo tras la “abdicación” de la Ciudad Condal.