El resultado más abierto en Lleida

La ciudad de Lleida vivirá hoy las elecciones municipales de resultado más incierto desde la restauración de la democracia. En 1979 el PSC logró la victoria con 9 concejales frente a los 8 de UCD. Desde entonces, cada 4 años la principal incógnita era si los socialistas obtendrían mayoría absoluta o necesitarían socios para gobernar. El efímero pacto que les dejó sin la alcaldía en 1987 fue una sorpresa, que cuatro años después se “corrigió” con una nueva mayoría absoluta. En 2015, se daba casi por descontado que el PSC perdería la mayoría absoluta, pero la magnitud de su caída, hasta quedarse solo con 8 ediles, fue también una sorpresa. Àngel Ros conservó la alcaldía por los pelos, pero la dejó el pasado verano al ser nombrado embajador en Andorra. Le sucedió Fèlix Larrosa, que por primera vez es cabeza de lista. Tal como están las cosas, repetir como partido más votado no sería un mal resultado para él. ERC llega a la cita electoral, con Miquel Pueyo como alcaldable, tras haber sido el partido más votado en la ciudad y con gran diferencia en las generales de abril. Esquerra también se disputa la hegemonía en el independentismo con Junts per Catalunya, cuyo número uno, Toni Postius, que hace 4 años fue alcaldable por CiU, confía en beneficiarse del efecto Puigdemont al coincidir estos comicios con los europeos. También habrá que ver qué pactos postelectorales son más viables, porque hay pocas dudas de que si los partidos independentistas suman los 14 ediles que dan la mayoría absoluta habrá cambio de gobierno aunque el PSC sea el más votado. Y en este punto habrá que ver qué apoyos son posibles de la Crida-CUP de Rosa Peñafiel; Primàries de Jordi Pou; El Comú de Sergi Talamonte y, en el bando constitucionalista, Cs, con Ángeles Ribes y el PP, con Xavi Palau.