SUCESOS TRIBUNALES
El padre de Nadia saldrá hoy en libertad tras 2,5 años en la cárcel
Fernando Blanco, condenado a 5 años por la estafa, ha cumplido el máximo legal de prisión preventiva || El TSJC ha ordenado redactar otra vez la sentencia
Fernando Blanco, condenado junto a su mujer, Margarita Garau, por utilizar la enfermedad rara que padece su hija Nadia para enriquecerse con la captación de donaciones, saldrá hoy de la prisión de Ponent tras cumplir dos años y medio de prisión preventiva. Es el límite establecido en el Código Penal, ya que Blanco ha cumplido la mitad de la pena impuesta por la Audiencia de Lleida, cinco años de cárcel, por un delito de estafa agravada, y no cabe prórroga posible para alargar su situación como reo preventivo hasta que la sentencia sea firme. La salida de Blanco, que se prevé que sea durante el día de hoy, al vencer la última prórroga de su prisión preventiva, llega después de que el pasado viernes el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ordenara a la Audiencia de Lleida redactar de nuevo la sentencia por la que condenó a los padres de Nadia.
De esta forma, el tribunal estimaba parte del recurso presentado por la defensa de Blanco y obliga a la Audiencia a repetir la parte del fallo que corresponde a las indemnizaciones de las víctimas de la estafa por “falta de concreción”. Ahora, el tribunal leridano deberá detallar las personas y las cantidades donadas a la asociación creada por los padres de la menor. No obstante, el TSJC rechazó el resto de recursos presentados por las defensas de Blanco y Garau y avaló la condena de cinco años de prisión para él y de tres años y medio para ella al señalar que hay múltiples pruebas que confirman la estafa. La Audiencia de Lleida señaló en su sentencia que los padres de la pequeña “urdieron un plan para obtener donaciones masivas” basándose en un propósito “impostado”, ya que, señaló el tribunal, la vida de Nadia nunca corrió peligro ni la sometieron a tratamientos médicos. Según consideró probado la Audiencia, la estafa se inició a través de la Asociación Nadia Nerea para la Tricotiodistrofia y Enfermedades Raras de las Baleares en 2009 y continuó cuando vivían en Fígols i Alinyà, en el Alt Urgell. Los condenados, según el tribunal, acudieron a varios medios de comunicación para explicar la enfermedad de su hija y manifestar que necesitaban dinero para sufragar “elevados costes de falsos tratamientos e intervenciones quirúrgicas en el extranjero”, que nunca se hicieron.