Ramadán con 'overbooking'

La comunidad musulmana celebró ayer el fin del mes de ayuno conocido como el Ramadán, en el que no podían comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales hasta la puesta del sol, con un rezo en el pabellón 4 de la Fira al que asistieron más de 4.000 fieles. La plegaria de primera hora de la mañana fue tan multitudinaria que los más rezagados tuvieron que rezar fuera del recinto por seguridad, después de que los voluntarios distribuyeran a todos los fieles en el interior, con una valla que separaba a las mujeres y los niños de los hombres. Pese a que el templo habitual para los musulmanes en estos últimos años es el Palau de Vidre, durante el último mes alquilaron el pabellón para no coincidir con las Festes de Maig o el Aplec. No obstante, los fieles señalaron que están esperando a reunirse con la Paeria para plantearle buscar otro espacio, ya sea un municipal o privado, en el que construir una mezquita. “Nuestra voluntad es tener un lugar fijo para todo el año”, señaló un portavoz de la comunidad islámica de Lleida, que añadió que “queremos que la ciudadanía conozca nuestras costumbres y lo que celebramos, hoy es un día de alegría y es muy importante que la gente de Lleida nos conozca y sepa lo que hacemos, porque formamos parte de esta ciudad”.

Además de los rezos a lo largo del día y las abundantes cenas para celebrar el fin del ayuno, la novedad de este año fue que la comunidad musulmana invitó a los responsables de los Mossos d’Esquadra y la Guardia Urbana a desayunar. Los representantes de los dos cuerpos valoraron muy positivamente el gesto y señalaron que la musulmana “es una de las comunidades con las que mejor nos llevamos y colaboramos mucho con ella”.