ENTREVISTA URBANISMO
«Estas torres pueden ser para Lleida las de la Vila Olímpica»
El arquitecto Ramón Sanabria ha dejado su sello en decenas de edificios de todo el mundo, incluida Lleida. En la capital diseñó junto a Ramón Artigues Auditori Enric Granados, la Escuela Oficial de Idiomas y la residencia de estudiantes del campus de Cappont de la Universitat de Lleida. Ahora, junto con Patxi Mangado y Ramón Maria Puig, ha diseñado las conocidas como torres de la Llotja, dos edificios de 21 plantas y un proyecto paralizado en el tiempo durante años cuyas obras empezarán dentro de unas semanas.
Usted es autor de edificios conocidos de la ciudad como el Auditori, la Escuela Oficial de Idiomas o la residencia de estudiantes de la UdL. ¿Qué supone para usted ser el arquitecto de las torres de la Llotja?
Es un auténtico orgullo. Siempre me había sentido de Barcelona, que es donde acabé el Bachillerato, hasta que empecé a tener relaciones profesionales con Lleida y poco a poco me he ido sintiendo más de esta ciudad y la visito siempre que puedo.
¿Serán las Torres del Cel su último proyecto en la ciudad?
Seguramente, será uno de los últimos de mi carrera profesional.
¿Qué cree aportarán las torres a la arquitectura de la ciudad?
Lo importante es que no quieren estar al servicio de las modas y que dentro de seis años estén desfasadas. La arquitectura está últimamente muy sujeta a las modas y es un error. Este proyecto está hecho con la voluntad de la permanencia. Es una responsabilidad enorme hacer estos edificios, porque formarán parte del paisaje urbano de la ciudad durante muchos años.
Es un proyecto ahora se está materializando tras diez años paralizado. ¿Llegó a pensar que no se haría?
En muchos momentos lo pensé, y creía que era una ocasión perdida para la ciudad, porque era una obra que le iba muy bien.
¿Cuáles serán sus elementos característicos?
Estos dos edificios pueden significar para Lleida lo que fueron en su momento las torres de la Vila Olímpica de Barcelona. Formarán parte del skyline de la ciudad y dialogarán con la Seu Vella y el resto de Lleida.
¿Cómo cree que encajarán las torres con el conjunto de Pardinyes?
El barrio se está transformando y muy bien. Es nuevo y residencial y las torres pueden dialogar perfectamente con el resto del barrio. El espacio que quedará entre la Llotja y las torres será público y estará muy vinculado al resto de Pardinyes.
¿Como será ese espacio?
Será una zona de paso y pública. Habrá zonas verdes y algunas pérgolas para proteger del sol, y su pavimentación ligará la Llotja con las torres. También querríamos que este espacio se integrara de alguna forma con el río, ya que en este tramo está algo apartado de la ciudad.
¿Por qué cree que no se ha apostado por los edificios altos en Lleida?
Porque hay terreno. Si vas a Manhattan tienes que construir hacia arriba porque no se puede expandir más. No obstante, creo que la ciudad con alturas, compacta, es muy interesante, porque es donde se producen las relaciones entre las personas y el mestizaje. Es muy democrático, mientras que los barrios residenciales planos no tienen vida y no hay ese mestizaje.
¿Es más integradora la construcción vertical y compacta?
Sí, pero sin exagerar. La vivienda es como un chicle, se puede poner en cualquier sitio. Una de las grandes aportaciones de la ciudad compacta es que ese espacio público de planta baja esté relacionado con la vivienda. La democratización del espacio urbano es muy necesario.
El proyecto de las torres ha pasado por muchos procesos y también un cambio de diseño. ¿Es mejor el anterior o el actual?
La arquitectura necesita tiempo y reflexión, es hacer algo que durará 200 años y un bien de primera necesidad para el confort interior y exterior de las personas. Que hayan pasado tantos años es muy bueno para reflexionar y depurar, porque es muy fácil poner pero muy difícil quitar. Ahora las torres tienen todos los valores que queríamos que tuvieran.
¿El diseño actual es más barato que el original?
Sí, seguro. La buena arquitectura es aquella que con muy poco dice mucho y las torres serán de un solo material, sin contar el vidrio. Será un material metálico, que tendrá sombras, cambiará a medida que avance el día y del año, cambiará en función de si hace sol o no, si llueve o no, y se relacionará con la ciudad y el cielo. Esto es una depuración y una reflexión que sin paciencia y tiempo sería muy difícil de conseguir.
¿Qué más puede explicarnos del diseño de las viviendas?
No tendrán nada que ver con las convencionales. Están basadas en una estructura de piso americana y todas las estancias darán a una gran terraza. Habrá un pasillo de acceso a las viviendas que provocará que cuando salgas del ascensor puedas ver toda la ciudad antes de entrar en tu casa. Lo que será único es que todas las viviendas estarán encaradas a la terraza, que recorrerá todo el piso, lo que las hará unas viviendas únicas.
¿De cuál de sus obras de Lleida se siente más orgulloso?
El Auditori, ya que es el primer encargo que recibimos. No había hecho nunca ninguno y el alcalde Siurana me dijo “a ver si así aprendéis a hacerlo”, y nos quedó muy bien, la verdad.