Nueva técnica para curar heridas quirúrgicas ginecológicas en el Arnau

El hospital Arnau de Vilanova aplica desde este mes de julio un nuevo protocolo para la cura de heridas quirúrgicas ginecológicas y obstétricas y del que se beneficiarán unas 600 pacientes al año. La enfermera de herida crónica y compleja del Arnau, Pilar Ibars, explicó ayer que “cuando se cierra una herida tras una operación, como una cesárea o una intervención en los ovarios, pueden surgir complicaciones como que esta se infecte, se acumule líquido o se abra”, por lo que añadió que “con la nueva técnica, reduciremos estas complicaciones”. En el caso de las pacientes con riesgo, como las que sufren obesidad, se cura la herida a través de la Terapia de Presión Negativa (TPN). “Consiste en cerrar la herida al vacío”, subrayó. En el caso del resto de pacientes, se les aplica un apósito (producto sanitario empleado para cubrir y proteger una herida) en ambiente húmedo “y eso provoca que se cierre antes que si es en ambiente seco”, señaló Ibars. Esta mejora es fruto de un proceso de trabajo que implica diferentes servicios del hospital, como son la planta de hospitalización de Ginecología y Obstetricia, la área Quirúrgica y las Consultas Externas. El cambio está liderado por los profesionales de enfermería, con Mónica Trillo e Ibars. A principios de año, el CAP de Prat de la Riba puso en marcha un nuevo servicio para atender heridas complejas que no han cicatrizado.