Agnès Sellés, afectada de esclerosis múltiple: «Hay días mejores y peores»
Diagnosticada en 2013, con 53 años, “muy tarde teniendo en cuenta que lo habitual es entre los 20 y los 40 años”, pide comprensión para las personas como ella con síntomas no visibles como la fatiga o los dolores, además de recursos para la investigación. En su caso, “hay días mejores y otros peores, a veces parece que puedas hacer vida normal, pero siempre acaban apareciendo los síntomas”. Un brote que le afectó la vista, aunque después remitió, fue clave para el diagnóstico.