SERVICIOS INNOVACIÓN
Inteligencia artificial para el agua
El centro de Eurecat en Lleida está desarrollando un programa de análisis de datos para controlar y gestionar los recursos hídricos de las ciudades || El proyecto está cofinanciado por la Unión Europea y se probará en ciudades como Amsterdam, Atenas, Cannes o Cranbrook
Una inteligencia artificial autónoma que pueda gestionar las redes de aguas de las ciudades, prevenir posibles problemas y, a la vez, aprender por sí misma para mejorar sus prestaciones. Esto es lo que está desarrollando la unidad Smart Management Systems del centro tecnológico de Eurecat del parque científico de Gardeny gracias al proyecto Fire4Water. Cuenta con financiación de la Comisión Europea y utilizará la recopilación de datos, denominada Big Data, y las tecnologías de la información para habilitar este sistema, que será probado en ciudades como Atenas, Amsterdam, Cannes o Cranbrook, en el Reino Unido. La iniciativa cuenta con 5,7 millones de euros de presupuesto y colaboran un total de 14 centros de investigación europeos. Según el director del equipo de Eurecat en Lleida, Gabriel Anzaldi, “la finalidad es aportar soluciones a la gestión de los recursos hídricos a través del Big Data y la inteligencia artificial. Hace años que tratamos el ciclo y la gestión del agua y analizamos todas las etapas para optimizar tanto los recursos como su gestión”, señala Anzaldi, que recalca que la inteligencia artificial es un campo “en el que llevamos trabajando desde 2012 y que ya está siendo utilizada en varios campos, ya que sus aplicaciones son casi infinitas”. La delegación de Eurecat en Lleida, en la que trabajan 15 personas, es la encargada de liderar este proyecto con los demás centros Eurecat de Cerdanyola del Vallès y Barcelona y, según el jefe de la Línea de Inteligencia Aplicada del Eurecat, Xavier Domingo, “este sistema impactará positivamente en todos los usuarios del agua, desde las ciudades a las empresas, proveedores y ciudadanos”. Para desarrollarla disponen de un plazo de tres años, aunque señalan que los primeros resultados los tendrán en un año y medio aproximadamente después de hacer las primeras pruebas. “Testearemos el programa en el sistema de abastecimiento de agua de Atenas, en la red de agua potable de Cannes, en la planta de tratamiento de aguas residuales de Amsterdam y en los contenedores inteligentes de Cranbrook. Se busca que sean ciudades con una problemática en particular y que el ámbito que tratamos pueda llegar a tener sus efectos en la sociedad”, dice Anzaldi.
Pese a que el concepto de Big Data e inteligencia artificial suena a ciencia ficción, Anzaldi recalca que esta tecnología ya se utiliza en diferentes sistemas informáticos y de gestión de recursos. “Muchas empresas ya hacen uso de ellos y la inteligencia artificial también gestiona sistemas de bombeo de agua en varios países”, afirma. No obstante, añade que hay varios tipos de inteligencia artificial. “Por un lado está la descriptiva, que es la que analiza los datos y está muy desarrollada; luego tenemos la predictiva, que está empezando a implantarse y nosotros trabajamos en lo que se llama inteligencia autónoma, que aprende por sí misma, es el futuro de la gestión de recursos”, concluye Anzaldi.