Siete meses de prisión por robar un móvil

La Audiencia de Lleida ha condenado recientemente a un acusado por robar un móvil en un pub a siete meses de prisión por un delito de hurto. La propietaria del teléfono pudo saber quién se lo había robado tras activar el sistema de localización que tiene el dispositivo, según avala la sentencia. De esta forma, la Audiencia rechaza el recurso presentado por la defensa del acusado y confirma la pena impuesta en primera instancia por el Juzgado de lo Penal 1 de Lleida. Según el fallo, los hechos tuvieron lugar en febrero de 2018 en un pub de Tàrrega. La víctima declaró que, en el momento de salid del bar en el que trabajaba, se percató de que no llevaba su teléfono móvil, que volvió a entrar y, al no hallarlo, activó el sistema de localización, oyendo la señal de su teléfono cerca de donde se hallaba el acusado.

Un testigo también declaró que había visto cómo el móvil había sonado cerca de donde estaba el acusado al activar la aplicación de localización del dispositivo. Al verse sorprendido, señala la sentencia, el investigado mostró un estado de “gran agresividad”, por lo que le echaron del local. Una vez salió del pub, el teléfono dejó de sonar, tal y como manifestaron los testigos durante el juicio. Para la Audiencia, son indicios suficientes para atribuir al acusado la autoría del robo del móvil. Por este motivo, el tribunal confirma la pena impuesta de siete meses de prisión por un delito de hurto, así como la indemnización que el acusado debe abonar a la víctima, de un total de 920 euros, por el móvil.

El Código Penal prevé, para el delito de hurto, una pena de cárcel entre seis a 18 meses si la cuantía de lo sustraído sobrepasa los 400 euros, como ocurre en este caso. Si la sustracción tiene un valor inferior a 400 euros, la ley establece una pena de multa de uno a tres meses.