Un mercadillo que languidece

El mercadillo de Camp d’Esports abrió ayer, pese a ser festivo, pero los paradistas aseguran que hubo muy poco movimiento y aún menos ventas de lo habitual. De hecho, poco después de las doce del mediodía algunos ya recogían sus artículos y comenzaban a desmontar sus paradas, ante la escasez de clientes. “Me voy con solo seis euros de venta”, afirmó la responsable de una parada de ropa, mientras otra fue aún más contundente. “No he hecho ni un duro”, remarcó. Todos los paradistas consultados aseguraron que no les resultó rentable instalar ayer sus puestos de venta en mitad de el puente festivo del verano por antonomasia y coincidieron también en destacar que, lejos de remontar, este año han registrado una pérdida de ventas respecto al anterior. “Es el peor de los últimos años”, subrayaron algunos. Asimismo, señalaron que en el mercadillo de los sábados del Barris Nord les va algo mejor y añadieron que en el del domingo de Torrefarrera tienen también más ventas. En este sentido, varios paradistas apuntaron que están pensando en dejar el mercadillo de Camp d’Esports para centrarse solo en los otros dos, para ahorrar gastos.

Una paradista argumentó que, pese a que han rebajado los precios, no pueden competir con algunas paradas que venden ropa de segunda mano a solo uno o dos euros. Otro consideró directamente que muchas personas todavía no se han recuperado de la crisis

Ayer abrió, pese a ser festivo, pero a las doce algunas paradas cerraban por falta de clientes

Unas de las medidas incluidas en el pacto de gobierno entre ERC, JxCat y el Comú en la Paeria es la posibilidad de ampliar el horario de los mercadillos de manera que, una vez al mes, alguno de ellos esté instalado durante todo el día. Esta idea no convence a la mayoría de paradistas consultados, que no ven claro que se traduzca en un aumento de ventas. Muchos descartaron rotundamente aplicar esta medida en el de Camp d’Esports, mientras que alguno se abrió a probarlo en el de Barris Nord. Asimismo, otros propusieron que los trasladen a un espacio más céntrico, en la Zona Alta, para comprobar si funcionaría un mercadillo de toda una jornada.