División por el sentido único

Hace un año la Paeria convirtió en unidireccionales las calles Lluís Companys y Acadèmia, la primera hacia avenida Catalunya y la segunda hacia Passeig de Ronda. Esta medida causó protestas y caos en su implementación (con vehículos circulando en contra dirección) y 365 días después sigue sin convencer.

Por un lado, la postura de la asociación de vecinos Templers-Escorxador es “no posicionarnos ni a favor ni en contra”, afirma su presidenta, Marisa Arias. Aun así, lamenta que los cambios han provocado “que los vehículos circulen más rápido, que sea habitual aparcar en doble fila y que pasen menos autobuses” y afirmó que los comercios son los más afectados. Precisamente, la mayoría de comerciantes consultados por este diario afirmaron que han perdido ventas. En este sentido, insisten en que “la solución es volver a la situación de antes del cambio”. Los primeros meses denunciaron pérdidas de hasta el 20%. “Muchos locales han cerrado y algunos se han trasladado a otros barrios”, explica una comerciante. Eso sí, coinciden en que los establecimientos más afectados son los de las calles adyacentes a Lluís Companys y Acadèmia, como Neptú, Templers y Unió, por donde es muy complicado desplazarse. “Las quejas de clientes por este motivo suelen ser habituales y a estas se les suma que falta aparcamiento”, explican. De hecho, la necesidad de un parking es también una demanda de la asociación de vecinos.

La asociación de vecinos considera que no debe posicionarse, pero dice que hay exceso de velocidad

El problema de conexión con estas vías secundarias se trasladó a la Paeria y, hace unos meses, fuentes municipales explicaron que se estudiaban si cambiar de sentido alguna de ellas, pero el nuevo gobierno no ha dado información al respecto.

La misma noche en que los técnicos cambiaron la señalización horizontal y vertical, la del 8 de agosto del año pasado, algunos vecinos salieron a la calle para impedirlo. A partir de ahí, nació una plataforma contraria, NoAlSentitÚnic, que siguió manifestándose durante semanas. Su portavoz, Jordi de la Fuente, denuncia que “no se consultó ni informó a los vecinos de los cambios, que han provocado que barrio haya quedado desconectado por dentro”. Además, afirma que “el gabinete de Barcelona que la Paeria encargó para estudiar el cambio dijo que el que se ejecutó era el más antinatural y que lo mejor hubiera haber sido que los sentidos fueran inversos”. La plataforma presentará una moción en el pleno para recuperar el doble sentido.

El único colectivo a quien la medida ha convencido es a los peatones. “Ahora pasan menos vehículos, hay menos atascos y a la hora de cruzar es menos peligroso porque solo vienen coches de un único sentido”, dicen muchos.