Curso con pocos deberes

El curso 2019-2020 arrancará el próximo jueves día 12 para casi 66.000 alumnos de educación Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y FP de grado medio con la directriz de la Generalitat de que los deberes no sean “excesivos” y la obligación de los centros de publicar en sus webs las aportaciones que deberán pagar los padres.

El próximo jueves comenzará el curso para 65.948 alumnos en Lleida, que dejarán atrás unas largas vacaciones de verano que para muchos padres suponen un quebradero de cabeza. Los docentes ya se incorporaron el día 2 a sus centros para abordar la planificación del curso, que tendrá como una de las pocas novedades la recomendación de la Generalitat de limitar los deberes y la obligación de publicar en sus webs las cuotas complementarias que deben abonar los padres.

Respecto a los deberes, en las instrucciones que Educación envía a los centros públicos, indica que fuera del horario lectivo “se pueden plantear actividades con el objetivo de motivar al alumno”, pero remarca que “se ha de evitar la realización de tareas repetitivas, no contextualizadas o de una duración excesiva” y añade que deben tener “sentido para el alumno y respetar las necesidades de descanso, tiempo de ocio y convivencia familiar”. Prácticamente todos los directores de centro consultados se muestran a favor de estas directrices. “Creo que lo que hace el departamento es poner sobre el papel la práctica que ya es habitual”, afirmó el director de un instituto. “Las instrucciones son correctas, porque lo importante es el trabajo en el aula para hacer un seguimiento de la evolución del alumno y graduar su consecución de las competencias”, indicó otra. La directora de otro instituto hizo hincapié en que “hay un sector del alumnado al que le resulta complicado hacer deberes porque no está atendido en casa o porque no tiene los medios”. Por su parte, la de una escuela de Primaria abundó en esta cuestión remarcando que “hay que vigilar qué tareas se piden a los alumnos para que la brecha social y digital no aumente, porque parte de ellos no tienen la tecnología necesaria en casa”. “Los deberes deben servir para complementar, nunca repetitivos sin sentido”, destacó el responsable de un centro de Secundaria, mientras que otro advirtió que “algo de trabajo en casa también va bien, no hace falta ir a la moda de que no tienen que hacer nada porque ya trabajan en clase, que es lo que dicen algunos padres por comodidad”. Otro director de Primaria no consideró excesivo que los niños hagan fichas de refuerzo en casa.

Centros públicos plantean que los concertados deberían hacer públicas todas sus cuotas

La mayoría de escuelas e institutos, a favor de que los alumnos trabajen más en las aulas que en casa

La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Catalunya (Fapac) se limitó a decir que deja las cuestiones pedagógicas “en manos de los expertos”. Y el director de los servicios territoriales de Educación, Carles Vega, subrayó que el departamento aboga por “la innovación educativa, el aprendizaje por competencias y el trabajo en el aula, sin renunciar del todo al trabajo fuera del horario lectivo”. No obstante, remarcó que “igual que en las empresas, trabajar más horas no significa rendir más”.

Sobre la obligación de publicar las aportaciones de los padres, la mayoría están a favor, pero algunos directores son reticentes. “Hay que informar a las familias, pero publicarlo en la web no lo veo necesario”, dijo uno de ellos. “No lo tengo claro”, señaló otra, que apuntó que “también deberemos publicar la aportación que nos da el departamento para gastos de funcionamiento, que es ridícula”. Además, varios subrayaron que el objetivo de esta instrucción debería ser que todas las escuelas privadas concertadas hagan público lo que cobran a los padres por diversos conceptos. La Fapac, por su parte, indicó que se está incumpliendo la ley de Educación de Catalunya que determina que la escuela pública debe ser gratuita.