El juicio por el crimen de Acadèmia será en octubre y durará una semana

La Audiencia Provincial de Lleida acogerá del 7 al 14 de octubre el juicio contra Jordi Lanuza, en prisión preventiva acusado de matar a Amparo Soler Betés, de 61 años, en su vivienda de la calle Acadèmia el 17 de febrero de 2017. Un jurado popular deberá determinar si el acusado es culpable, como sostienen la Fiscalía, que solicita 15 años de prisión por un delito de homicidio, y la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, que eleva su petición a 22,5 años por un delito de asesinato, o no lo es, como sostiene la defensa. Durante una semana, los miembros del jurado escucharán varios testigos así como agentes de los Mossos d’Esquadra encargados de la investigación y peritos forenses. Será el segundo juicio que se celebre en la Audiencia con jurado este año, después del del pasado mes de enero por el asesinato a tiros de dos agentes rurales en Aspa en enero de 2017. El juicio por el crimen de Acadèmia se ha retrasado después de que la defensa recurriera ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) las grabaciones de las cámaras de seguridad que situarían a su cliente, instalador de fibra óptica, en las proximidades de la vivienda de la víctima durante el intervalo en el que se cometió el crimen. La defensa alegaba que se vulneraba su derecho a la intimidad, pero el TSJC rechazó el recurso. Lanuza lleva en prisión preventiva desde junio de 2017, cuando fue detenido por los Mossos d’Esquadra. Hace dos meses, la Audiencia de Lleida volvió a rechazar su puesta en libertad y prorrogó la situación de prisión preventiva durante dos años más al considerar que existe riesgo de fuga por la inminente celebración del juicio, ya señalado para octubre, y por la elevada pena que solicitan las acusaciones. El acusado se sentará así por segunda vez en el banquillo de la Audiencia Provincial, que en el año 2005 ya le condenó a cinco años y tres meses de prisión por atar en la cama a su exmujer y agredirla durante nueve horas.

Las grabaciones de las cámaras y las pruebas de ADN, puntos clave ? La investigación determina que las pruebas de ADN y las grabaciones de las cámaras que sitúan al acusado en las proximidades de la vivienda de la víctima, funcionaria de Enseñanza, en la franja horaria en la que se cometió el crimen son puntos claves en los indicios que incriminan al acusado. Se hallaron restos biológicos que coinciden con Lanuza en el pantalón y en una mano de la víctima. Asimismo, las cámaras de seguridad de una comunidad de vecinos y de una gasolinera sitúan al acusado en el portal y un vecino declaró que vio cómo entraba en la vivienda. Las pesquisas apuntan a que había quedado con la víctima el día del crimen. Según la Fiscalía, una vez en la vivienda, hubo una discusión y el acusado le causó a la víctima cuatro heridas incisas en el cuello.