ESNOTICIA
Solo uno de cada quinientos coches de Lleida funciona con energía alternativa
En el conjunto de la provincia hay 419, la mayoría eléctricos, de un total de 231.910
En la provincia de Lleida solo uno de cada quinientos coches funciona con energías alternativas, sobre todo electricidad, según la Dirección General de Tráfico. La capital apuesta por la movilidad sostenible y ayer anunció que quiere reducir un 30% en 4 años las 129.500 toneladas de CO2 que se producen en la capital, básicamente por el tráfico.
Solo uno de cada quinientos coches de la provincia de Lleida funciona actualmente con energía alternativa al gasóleo y la gasolina. En concreto, 419 de un total de 231.910 turismos, según estadísticas de la Dirección General de Tráfico de este año, que concretan que 201 son eléctricos, 149 funcionan con gas licuado de petróleo, 57 con gas natural, uno con etanol y de 11 no especifica el tipo de combustible. En el caso de las furgonetas, solo 219 de 29.319 no son diésel (hay 24.017) o de gasolina (5.245). Asimismo, únicamente 31 de 32.011 motos utilizan energía verde, así como 38 de 17.617 ciclomotores y 10 de 31.201 camiones de hasta 3.500 kilos.
Este balance de turismos ecológicos en la provincia resulta más bien escaso teniendo en cuenta que la prohibición de la fabricación de coches diésel y gasolina en ciertos países de Europa tiene el 2040 como año límite. De hecho, el objetivo para una movilidad sostenible es promover los desplazamientos caminando y el uso de patinetes eléctricos, bicicletas, transporte público y coche propulsados con energías alternativas. Para ello, ayer se celebró en la capital el Día Sin Coches, después de haber quedado en el olvido desde 2005. La Paeria cortó una decena de calles principales, que fueron “recuperadas” para los ciudadanos con múltiples actividades, como una pedalada con unos dos mil participantes, circuitos de patinetes eléctricos y de cochecitos eléctricos para niños, un mercado en La Bordeta y actividades lúdicas y deportivas en Balàfia y Pardinyes.
El alcalde, Miquel Pueyo, dijo que “no podemos columpiarnos en el tópico de que Lleida es una ciudad poco contaminada sino que hemos de aprovechar la relativa poca extensión de la trama urbana. Pero lo que puede conseguir un cambio es la convicción de los ciudadanos”. En este sentido, el teniente de alcalde y concejal de Transición Energética, Sergi Talamonte, aseguró que cada año se producen en Lleida 129.500 toneladas de CO2, básicamente por el tráfico, y anunció la intención de la Paeria de reducir la cifra un 30% en cuatro años. “Es parte del pacto de gobierno trabajar por la movilidad con una jerarquía en la que en primer lugar están los peatones y después los patinetes, bicis y transporte público”, indicó y apuntó que trabajarán en la “política de pacificación del tráfico” y con más carriles bici y zonas con la velocidad limitada a 20 y 30 km/h. Así lo refrendó también el concejal de Movilidad, Joan Ramon Castro, quien afirmó que cada día entran a Lleida 82.000 vehículos. “Son muchos y comenzamos a no poder absorberlos. Hemos de intentar que no acaben de entrar en la ciudad”, subrayó.
Castro añadió que “ocupar la vía los peatones y esos vehículos no debería ser un solo día sino más, pero indicó que por el momento no aplicarán una limitación como en Barcelona, donde en 2020 no podrán circular por buena parte de la ciudad los vehículos matriculados antes de 2003. “Es una normativa que nos viene de Europa. De momento no estamos en condiciones de poderlo hacer. No tenemos medios, pero intentaremos hacerlo”, señaló. Respecto a la normativa sobre la circulación de patinetes eléctricos, recordó que acordaron con las asociaciones de vehículos de movilidad personal y de bicis reformar la que aprobó el anterior gobierno municipal. También incidió en que el cuatro de multas por infringirla (de 80 a 200 euros) será aprobado por decreto. Pueyo apostilló que hasta ahora no se podía sancionar porque no existía ese cuadro y dijo que “estará entre ahora y principios del próximo año”. Recordó, asimismo, que una normativa europea homogeneizará las regulaciones de los municipios. En todo caso, recalcó que “hemos de procurar implementar políticas en los próximos años porque el cambio climático ya no es una amenaza sino una realidad”.