TRIBUNALES JUICIO
Las acusaciones aseguran que Lanuza mató a la funcionaria para robarle
Tres días después del crimen de Acadèmia pagó 5.600 € en efectivo pese a sus deudas
La Audiencia de Lleida acoge desde ayer el juicio por el crimen de la calle Acadèmia, que se produjo en febrero de 2017. En el banquillo se sienta Jordi Lanuza, un instalador de fibra óptica que fue detenido cuatro meses después. Un jurado popular deberá decidir si es culpable o inocente. Fiscalía y acusación mantienen que la mató para robarle.
Jordi Lanuza mató a Amparo Soler Betés, una funcionaria de Enseñanza de 61 años en su vivienda de la calle Acadèmia el 17 de febrero de 2017, para robarle el dinero que tenía en casa para poder hacer frente a sus deudas. Así lo aseguraron ayer la fiscal y la acusación particular ante el jurado popular que deberá derimir si Lanuza, que era el hombre que instaló la fibra óptica a la víctima, es el autor de la muerte. La Audiencia acogió ayer la primera sesión de un juicio que se prevé maratoniano. En cambio, el letrado de la defensa, Roberto Salom, aseguró que acreditarán que no hay pruebas de la autoría.
La fiscal explicó que “solo una hora después de que se cometiera el homicidio, el acusado envió un mensaje a su mujer explicando que el BBVA le había concedido un crédito de 10.000 euros que no figura en ningún lugar y tres días después pagó en efectivo 5.600 euros en metálico de la reforma de la cocina de su vivienda”. La abogada de la familia de la víctima, Marta Duró y que ejerce la acusación particular, añadió que Lanuza “tenía la nómina embargada y se declaró insolvente cuando fue condenado un mes después en un juicio por estafa y falsedad documental”. La hipótesis que barajan el Ministerio Público y es que el acusado que, semanas antes había puesto la fibra óptica en la vivienda de Amaparo Soler, se ofreció para ayudarla en la instalación del wi-fi en el ordenador que se había comprado pero que, en realidad, era un engaño para robarle “ya que sabía que tenía dinero en efectivo” y la mató al ser descubierto, según afirmaron.
Una hora después de los hechos dijo a su pareja que le habían concedido un crédito de 10.000 euros
Las grabaciones de las cámaras de seguridad que había en la zona, y que la defensa intentó anular, son una de las principales pruebas que hay contra el acusado. Las imágenes revelan cómo la víctima llegó a su casa a las 14.16 horas y que solo un minuto después el acusado aparecía en el portal, pese a que él afirmó que acudió hacia las 14.30 horas y que, como nadie le contestó, se fue, llamó a la víctima desde el coche y le dijo que no había podido localizarla. Una falsa cortada, para las acusaciones. También será clave la declaración de un vecino, que dijo que vio cómo Lanuza entraba en la vivienda, lo que explica que la puerta no fue forzada. Salió del piso a las 15.04 horas y llevaría encima el ordenador, que nunca se ha encontrado. Los investigadores tampoco han hallado el arma. Otra prueba es la gota de sangre hallada en el pantalón de la víctima y que tiene ADN del acusado.
Fiscalía ve homicidio pero no descarta el asesinato La Fiscalía solicita una condena de 15 años de prisión por un delito de homicidio con el agravante de abuso de superioridad. Sin embargo, la representante del Ministerio Público aseguró que no descartaba acusarlo finalmente de un delito de asesinato, como mantiene la acusación particular, que eleva su petición hasta los 22 años y medio de cárcel al considerar que el autor actuó de manera alevosa y sorpresiva contra la víctima, que no pudo defenderse del brutal ataque. Amparo Soler falleció tras recibir cuatro puñaladas en el cuello. “Iba en zapatillas y la encontraron a medio metro de la puerta de entrada”, aseguró la abogada Marta Duró, que añadió “para los Mossos d’Esquadra se trata de un asesinato”. El juicio continuará esta mañana con la declaración del acusado. No es la primera vez que Lanuza es juzgado en la Audiencia de Lleida. En el año 2005 fue condenado a cinco años y tres meses de prisión por atar a su exmujer y agredirla durante nueve horas. La secuestró cuando esta quiso acabar con la relación solo tres meses después de casarse.