TRIBUNALES JUICIO
Los Mossos aseguran que la coartada del acusado del crimen de Acadèmia es falsa
Lanuza niega ser el autor y afirma que la sangre con su ADN hallada en el pantalón de la víctima se debe a una hemorragia que sufrió cuando instalaba la fibra || Las imágenes contradicen su versión
Los Mossos d’Esquadra aseguraron ayer que Jordi Lanuza fue “la única persona capaz de cometer el crimen” de la calle Acadèmia y lo que hizo es “construirse una coartada pura e improvisada”. Así lo afirmó ayer ante el jurado popular el subinspector de la policía catalana que dirigió la investigación tras la muerte violenta de Amparo Soler en su vivienda de la calle Acadèmia el 17 de febrero de 2017. En una exposición que se alargó más de una hora, el subinspector concluyó, basándose en las grabaciones de las cámaras de seguridad y los testigos, que Lanuza “estuvo en el lugar en la hora del crimen, permaneció 34 minutos en el interior del edificio y ofreció versiones contradictorias cuando declaró como testigo apenas 12 horas después de descubrirse el cadáver”. También consideró que el acusado “tuvo un patrón exagerado para intentar demostrar que no había localizado a la mujer”. El jefe de investigación afirmó que “en su declaración mintió, lo que significa que ocultas algo”, y se preguntó: “¿por qué no llamó a la mujer a las 14.30 horas si es verdad que no la encontró?”. Lanuza, que siempre ha sido el principal sospechoso, al día siguiente declaró ante los Mossos como testigo. “Dijo que subió y que, al no abrirle nadie la puerta, se fue”, explicó ayer el policía que le tomó declaración. Los Mossos no han hallado ni el arma del crimen ni el portátil de la víctima. Creen que lo hizo con un cúter y que se llevó el ordenador porque lo vinculaba directamente con el crimen.
Por su parte, el acusado, que declaró previamente, negó ser el autor y explicó que, al no abrirle la mujer la puerta del piso, se quedó en el rellano y “saqué mi ordenador para ir preparando la instalación y para comprobar si detectaba el wi-fi de la clienta”. Sobre si estuvo 34 minutos en el edificio, dijo que “no sé cuánto pero estuve un buen rato”. Una pericial importante que hay contra él es la presencia de su perfil genético (ADN) en la sangre hallada en el bolsillo derecho trasero del pantalón de la víctima. “El día que instalé la fibra [13 de enero] tenía problemas de hemorragias y ella me ayudó a pararla”, aseguró a la pregunta de la fiscal. También dijo que cuando estaba en el rellano escuchó un fuerte golpe en la vivienda. Sobre su situación económica y el mensaje que envió a su mujer una hora después sobre el crédito de 10.000 euros que explicó que le daría el BBVA, afirmó que “me lo dejó mi hermana pero si mi pareja lo hubiera sabido, no le habría gustado”. Esa tarde también se habría cortado el pelo.
Solo hallaron 65 euros en el monedero de la víctima Amparo Soler era “una persona solitaria y con ciertas desconfianzas, no dejaría entrar a su casa a un desconocido”, según los Mossos. Cada viernes por la tarde recogía a su madre en la residencia Sant Josep, que el día del crimen alertó de su desaparición al no acudir al centro. Los investigadores explicaron que tenía una buena posición económica y que era muy probable que guardara dinero en efectivo en la vivienda. Sin embargo, los Mossos solo hallaron 65 euros en su monedero. No le habían sustraído las joyas, “de mucho valor, como el reloj Cartier que llevaba puesto”. La puerta del piso no estaba forzada y los cuatro cortes en su cuello eran “importantes, profundos, incisivos y de gravedad extrema”.