Los Mossos hallaron un fragmento del arma homicida en Acadèmia

Los Mossos d’Esquadra hallaron un fragmento del arma homicida del crimen de Acadèmia junto al cadáver de Amparo Soler. Se encontraba en un charco de sangre y se trata de una pieza metálica de 18 por 22 milímetros y un grosor afilado de 1,4 milímetros que se habría roto por la “flexión” tras ejercer “fuerza”, según explicó ayer por videoconferencia el agente especialista en balística de la policía catalana que analizó el fragmento durante la tercera sesión del juicio contra Jordi Lanuza. El policía también dijo que podía ser parte de un cúter, una navaja o un cuchillo. Cabe señalar que el martes, el subinspector que dirigió la investigación y jefe de la Unidad Territorial de Investigación (UTI) de los Mossos en Lleida explicó que el fragmento “no tiene relación con ningún otro objeto de la casa de la víctima”. Los policías creen que podía ser una de las herramientas que utilizaba Lanuza como instalador de fibra óptica (cuando acudió a la vivienda llevaba una mochila), aunque nunca la han encontrado. Tampoco el ordenador portátil que sustrajeron de la vivienda de la víctima. En la caja del portátil y en dos folletos hallaron un total de 13 huellas. Había algunas de la víctima pero ninguna del acusado. Por su parte, uno de los primeros agentes que llegó al domicilio el 17 de febrero de 2017 explicó ayer que la vecina del cuarto piso escuchó un fuerte golpe y un gemido sobre las 15.00 horas.

La Audiencia acogerá hoy la cuarta sesión del juicio, que se celebra con jurado. Para hoy está prevista la declaración de una veintena de testigos, algunos de ellos vecinos del inmueble. El acusado, que siempre ha negado ser el autor, se enfrenta a una petición de hasta 22 años y medio de prisión por asesinato.