Mejora la salud del bebé maltratado pero mantiene secuelas graves

El bebé presuntamente maltratado por sus padres en Lleida continúa ingresado en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona y, a pesar de que en las últimas horas ha descendido el riesgo vital, el pronóstico neurológico sigue siendo grave, según confirmaron a este diario fuentes del centro hospitalarios cuando se cumplen dos meses de su ingreso. El pequeño ingresó en el hospital el pasado 13 de agosto, cuando tenía once días de vida, tras ser derivado desde el Arnau, que activó el protocolo por presunto maltrato infantil ante la gravedad de las lesiones que presentaba. Una semana después, los Mossos d’Esquadra arrestaron a los padres, que ingresaron en prisión tras declarar ante la jueza, aunque la madre salió en libertad provisional.

Como ya avanzó SEGRE, el padre, que ya fue condenado por un delito de lesiones y una falta por injurias en incidentes con anteriores parejas en 2008 y 2013 y tiene otras tres denuncias por violencia doméstica, admitió durante la investigación que había “lanzado” al menor a la cama porque no dejaba de llorar, una declaración que intentó rectificar inmediatamente cambiando el verbo “lanzar” por “dejar” pero que puso bajo sospecha a los agentes, que desde el primer momento tenían claro que las lesiones que presentaba el bebé eran compatibles con los malos tratos. En su declaración ante la jueza, el hombre señaló que el niño se había caído del capazo cuando iban en coche. Después, señaló que se le había caído de los brazos y que se lo había ocultado a la madre. Los investigdores hallaron signos de violencia en la casa y sospecharon de que el padre era el autor de la agresión. A día de hoy, el padre continúa en la cárcel de forma preventiva al considerar la jueza que hay un elevado riesgo de fuga.

A principios de noviembre está previsto que se siente en el banquillo acusado de un delito de violencia doméstica contra su actual pareja y madre del bebé, que lleva dos meses en coma inducido a causa de las graves secuelas y permanece con respiración asistida. La Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) asumió la tutela del menor una vez ingresó en el hospital. El menor ha estado más de dos meses en coma inducido debido a la gravedad de las lesiones que presentaba, que no coincidían con el diagnóstico de un traumatismo accidental, según los sanitarios.