ECONOMÍA TECNOLOGÍA
Diez años de parque científico
Las instalaciones del antiguo cuartel de Gardeny han pasado de acoger unos 600 empleados a tener más de 1.500 repartidos entre 122 empresas || Los responsables del consorcio, empresas y centros implicados destacan que ha transformado el sector tecnológico de Lleida
El parque de Gardeny cumplió ayer su décimo aniversario. El 26 de octubre de 2009 fueron inauguradas sus instalaciones, los tres edificios en forma de “H”, después de que se hubiera puesto en marcha cinco años antes más bien en precario en distintos edificios del antiguo cuartel de artillería. Así que cuando fue inaugurado contaba con unos 600 trabajadores, que una década después ya son más de 1.500 de un total de 122 empresas. Las que aportan más empleados son dos multinacionales, Indra y GFT, y tres firmas locales: IFR, Semic y Lleida.net, según la información facilitada por la gerencia del consorcio, integrado a partes iguales por la Paeria y la Universitat de Lleida (UdL).
A la hora de hacer balance de esta década, los diferentes actores implicados coinciden en que es muy satisfactorio. El rector de la UdL y actual presidente del consorcio, Jaume Puy, afirma que el parque “se ha consolidado como un valor importante para el territorio”, además de generar un gran volumen de empleo para titulados universitarios. Entre los retos de futuro, destaca la necesidad de aumentar más la implicación de la UdL y las empresas que trabajan en el ámbito de I+D para fortalecer su interconexión. Mientras, el gerente del consorcio, Miquel Aran, considera que “es un éxito y un orgullo para la ciudad, ya que hay muchas ciudades mayores o de nuestro tamaño que querrían un parque como este”. Asimismo, anunció un estudio de su impacto económico en la ciudad y el territorio para cuantificarlo.
Más del 95% de los titulados en la UdL de ingeniería encuentran una salida laboral en el parque
La valoración también es más que positiva por parte de la directora de la Escuela Politécnica de la UdL, Magda Valls. “Ha permitido atraer a Lleida empresas tecnológicas de primer nivel y para nuestros titulados en ingeniería ha supuesto una oportunidad de inserción laboral, que supera el 95%, en buena parte gracias a la demanda de las firmas del parque” subraya. Valls añade que también colaboran con empresas de Gardeny en proyectos de investigación y que sus alumnos tienen la oportunidad de disfrutar de becas o hacer prácticas y el máster con formación dual en empresas. “Hay un pool empresarial que ha ayudado a cambiar la fotografía tecnológica e industrial de la ciudad, aunque es bastante desconocido por los ciudadanos”. concluyó
Las empresas comparten esta visión positiva. Al menos, así lo expresa Oscar López, director general y socio fundador de Semic. “Nuestra ubicación en el parque ha sido clave para colaborar con empresas del sector y con la UdL, que es determinante en la transmisión de conocimientos empresa-universidad y en la captación de talento en la ciudad”. Asimismo, señala que cuando se instalaron en Gardeny hace nueve años empleaban a 80 personas, la mitad de las cuales se trasladaron al parque. Ahora, son más de 250 en 7 sedes en otras tantas ciudades, 140 de ellas en Gardeny.
El rey ha pasado de inaugurarlo a ser ‘non grato’ en la UdL El rey Felipe VI presidió el estreno oficial del parque de Gardeny, entonces como Príncipe de Asturias. Además, había hecho lo propio tres años antes con la colocación de la primera piedra de las obras. Curiosamente, diez años después el ahora rey ha sido declarado persona “non grata” por la Universitat de Lleida, la institución titular del parque junto con la Paeria. Así lo aprobó la pasada semana un claustro extraordinario de la UdL que rechazó la sentencia contra los líderes del “procés” y que también declaró “non grata” a la leridana Teresa Cunillera, actual delegada del Gobierno en Catalunya y que en 2009 participó en la inauguración del parque como vicepresidenta primera del Congreso. Paradójicamente, es Madrid quien tiene la llave el futuro del parque de Gardeny. Y es que este arrastra una deuda de unos 40 millones generada porque fue construido gracias a créditos facilitados por los ministerios de Economía e Industria y no tiene capacidad para devolverlos, al igual que la práctica totalidad de los parques científicos existentes en Catalunya y España. En este sentido, Jaume Puy afirma que “la solución no es fácil”. Ahora, el parque solicitará acogerse a la moratoria abierta por el Gobierno para todos los parques. No obstante, precisó que este es solo para tres o cuatro años y no afecta a toda la deuda. Por ello, están negociando una refinanciación global y espera que la conselleria de Empresa y Conocimiento cumpla con us compromiso de sufragar las cuotas de los parques catalanes si el Govern saca adelante su presupuesto. También añadió que la Diputación ha aportado este año 150.000 euros.