ELECCIONES
Catalunya en el punto de mira
«En una demarcación como Lleida, con poco más de 315.000 electores, menos de 2.000 votos pueden decidir un escaño, por lo que cada papeleta cuenta»
Elecciones generales. Otra vez. Arranca la cuarta campaña electoral en cuatro años. Día de la marmota en pleno Tots Sants. Si las encuestas se acercan, el PSOE de Pedro Sánchez ganará las elecciones mejorando resultados (entre 133 y 150 diputados) y con un único socio podría gobernar, al contrario de lo que ocurrió el 28 de abril. También sube el PP de Pablo Casado (74-81 escaños), aunque se queda lejos de tener opciones de formar gobierno con Ciudadanos, que pierde fuelle (con una horquilla que va de 27 a 35 escaños), y Vox, que también se deshincha. Por contra, Unidas Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, se mantiene con entre 37 y 45 diputados. Así por lo menos ha dibujado el CIS el hemiciclo. En Catalunya, ERC ganaría con claridad (16-18) y el PSC se situaría como segunda fuerza (13-14), mientras que JxCat pierde apoyos (4-6). Eso sí, la encuesta se hizo antes de hacerse pública la sentencia por el juicio del 1-O, que condenó a un siglo de cárcel a los líderes independentistas; y de exhumarse los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. Son los dos grandes temas que han encendido tertulias y han generado titulares incendiarios en las últimas semanas. Catalunya está en el punto de mira y ha sido monotema durante toda la precampaña, a raíz de los disturbios por las protestas contra el fallo del tribunal Supremo. Máxima polarización entre independentistas y constitucionalistas, que se presentan como dos bloques antagónicos, pese a haber llegado a acuerdos electorales tras las municipales. El cabeza de lista de ERC por Lleida, Xavier Eritja, abrió la campaña ayer reivindicando “la ley de amnistía” como “el único espacio que permite resolver el conflicto Catalunya-España”. Eritja ha pasado de ser nuevo en política a todo un veterano, ya que se estrenó en la campaña de 2015 y ya ha sido diputado en tres legislaturas. Repite como candidato y las encuestas lo dan como ganador. Repiten todos los cabeza de lista con la excepción de Jordi Turull, que encabezó la lista de Junts per Catalunya desde la cárcel en abril, pero ahora ha sido inhabilitado en aplicación de la sentencia del juicio por el 1-O, que lo ha condenado a 12 años de cárcel por sedición y malversación. Su número dos, Concep Cañadell, que ya le representó en los debates y en los actos electorales en abril, coge ahora las riendas de la candidatura. “Necesitamos un proyecto para Catalunya”, reivindicó. El exconcejal de la Paeria Francesc Gabarrell será el único candidato que debuta y es que por primera vez, la CUP ha decidido presentarse a unas generales. El PSC vuelve a apostar en Lleida por Montse Mínguez, que logró recuperar en abril el escaño perdido en 2016 y plantea un “sí rotundo al desbloqueo”. Dante Pérez también repetirá como cabeza de lista del PP, que ahora no tiene representación. Ciudadanos vuelve a poner a Maria Burrel como número 1 por Lleida y Vox mantiene la confianza en Miquel Bonastre.
Poco más de 315.000 electores elegirán a cuatro de los 350 diputados. Cada voto cuenta, como se pudo comprobar en 2016, cuando solo 1.940 papeletas decidieron el disputado cuarto escaño. En aquella ocasión lo perdió Mònica Lafuente, del PSC, en favor de José Ignacio Llorens, que logró su octava legislatura.
Así que el cuarto diputado de Lleida, que siempre baila, va estar muy disputado. Según el CIS, la batalla estaría entre JxCat, que podría ver peligrar su representación, y ERC, que podría pasar de dos a tres representantes. Más seguro parece el escaño del PSC.
Llega la hora de la verdad. En diez días, de las encuestas a los resultados.
Una campaña atípica de solo una semana 6 meses después del 28-A Campaña light, de solo una semana para compensar el desgaste que supone haber celebrado cuatro elecciones generales en cuatro años. Mariano Rajoy no logró formar gobierno a la primera en 2015 y tuvo que repetir las elecciones generales seis meses después. Logró hacerse con la presidencia, pero el socialista Pedro Sánchez presentó una moción de censura por sorpresa y hubo cambio de presidente. Sánchez ganó las elecciones del 28-A, pero al igual que Rajoy, no logró los apoyos necesarios para lograr ser investido presidente.