Rachas de viento de hasta 105km/h arrancan árboles y derriban vallas y muros en Ponent

Contenedores de basura tumbados y desplazados; muros y vallas caídos; árboles y postes de la luz derribados y desprendimientos de tejas y algún azulejo en fachadas de edificios que no provocaron heridos, además de algún desprendimiento de falsos techos. Los servicios de emergencia de la Generalitat, Bomberos y Protección Civil atendieron ayer más de 40 llamadas por estos y otros incidentes en las comarcas leridanas provocados por el episodio, breve, de fuertes vientos y lluvia, que llegaron a superar los cien kilómetros por hora en poblaciones de Ponent (más información en la página 17). La gran mayoría de las salidas más de veinte, tuvieron lugar en Lleida ciudad, donde el viento derribó un semáforo de la avinguda de Les Garrigues. Las rachas más fuertes de Lleida se registraron en el Montsec, entre Àger y Sant Esteve de la Sarga, donde se alcanzaron los 105,5 kilómetros por hora. También en Espot se registraron hasta 98, 3 km/h o los 97,6 km/h en Alguaire; hasta 100,1 km/h en Port del Comte o 74,9 en Lleida ciudad y Les Borges Blanques. Los bomberos atendieron incidencias en Alpicat, Tàrrega, Mollerussa, Ivars d’Urgell, Alguaire o L’Albi, donde un poste eléctrico de madera quedó tumbado por la fuerza del viento. En la capital destacó la caída de un semáforo en la avenida de les Garrigues o de un árbol en el patio del colegio Pardinyes. En Llívia otro árbol dañó un poste de luz, sin que afectara al suministro eléctrico de los vecinos. Asimismo, los Bomberos y la Guardia Urbana revisaron y sanearon tejados y fachadas con riesgo de desprendimientos. La Guardia Urbana también trabajó en sanear ramas de los árboles en las calles Cristòfol de Boleda; Manel Gaya Tomàs y en otras vías de Pardinyes. El Servei Català de Trànsit, por su parte, emitió avisos por fuertes vientos en la autovía A-2 y la autopista AP-2.

El episodio de viento fue disminuyendo a primera hora de la tarde, cuando se desactivaron las alertas por vendaval de la Generalitat.

En el Segrià las rachas de viento superaron los 80 km/h. En Alguaire se llegó incluso a los 97,6 km/h

Por otra parte, los Bomberos de la Generalitat también trabajaron en un desprendimiento de rocas en la N-260 (el eje Pirenaico) a su paso por el municipio de Soriguera. En este sentido, el servicio de mantenimiento de carreteras saneó la vía y retiró las rocas de la calzada. El desprendimiento no causó daños personales ni a los vehículos. Precisamente el sábado por la tarde se produjo otro desprendimiento de rocas en la C-12 a la altura de Menàrguens, afectando la circulación de la vía. No obstante, los bomberos también retiraron las rocas y Trànsit reguló el tráfico en esta vía, que no tuvo que ser cortada en ningún momento.