Jaume Moya, candidato de ECP: «Sánchez ha preferido jugársela para buscar otras mayorías»

¿Cómo hemos llegado a otra repetición electoral?

Que en cuatro años hayamos tenido cuatro elecciones, a la práctica, lo que supone es un bloqueo del Gobierno, por no decir un desgobierno. Por esto nosotros queríamos un gobierno de izquierdas y trabajamos con el PSOE para conseguir uno que se pusiera a trabajar. Al señor Pedro Sánchez no le pareció bien y ha preferido jugársela para intentar buscar unas mayorías alternativas.

¿Qué cambio de panorama político hay del 28-A al 10-N?

Lo que es fundamental es que el 10-N se le repita a Pedro Sánchez que la ciudadanía quiere un gobierno de progreso, del cambio, de izquierdas. Y que le quede claro eso que le tendría que haber quedado claro la famosa noche electoral: ‘Con Rivera no’. Ahora tendríamos que añadir ‘y con Casado tampoco’.

Si el reparto de escaños del 10-N es similar al de las elecciones de abril, ¿se volverán a sentar a negociar un gobierno de coalición con el PSOE?

Evidentemente. Nos presentamos como una fuerza útil. Nosotros vamos a gobernar y vamos a hacer un gobierno para hacer posibles nuestros compromisos políticos, que van más allá de nuestros compromisos electorales. Esto solo se puede hacer posible incorporándonos a un gobierno decidido a hacer políticas de izquierdas, que es lo que esperamos que quiera hacer Pedro Sánchez.

En unos comicios polarizados como los del 10-N, ¿cree que tienen la oportunidad de recuperar el escaño perdido en abril?

Sí. Nos presentamos como la única fuerza capaz de pactar con todas las fuerzas de izquierdas para poner en negro sobre blanco las reformas necesarias para dar estabilidad al mercado laboral, entre otras cosas.

¿Qué efecto tendrá la sentencia del 1-O en los resultados?

La sentencia es enormemente injusta. Lleva a una regresión en conquistas de derechos que llevábamos más de 30 años trabajando. Ha supuesto una gran frustración y una respuesta en las calles, que vemos expresada de varias formas. Esta polarización y el ruido pueden romper esta confianza y puede suponer que la gente se quede en casa el 10-N. Esto seria un enorme error. La sentencia puede ser una ruptura definitiva y muy peligrosa.

¿Qué opinión tiene de los episodios de violencia tras la sentencia?

Merecen una absoluta reprobación. Me parecen un enorme error. También me parece reprobable la respuesta autoritaria que se ha dado desde las fuerzas policiales, tanto de los Mossos como de la Policía Nacional.

¿De qué forma se tienen que gestionar los osos en el Pirineo?

La reintroducción es un fenomeno absolutamente positivo. Es fundamental que esto no coarte otras vías de desarrollo económico o la ganadería. Se tienen que encontrar fórmulas de convivencia. Cuando haya casos peculiares como los de Goiat o Cachou, que se haga un seguimiento y si es necesario, como última opción y siguiendo los protocolos del programa Piroslife, que sean localizados y retirados.

¿Qué se juegan las comarcas de Lleida en estas elecciones?

La N-240, ya que llevamos años hablando de dotarla de seguridad y sigue siendo un punto negro. En 2021 se liberará el peaje de la AP-2, a ver qué modelo de gestión queremos y cómo conseguimos que absorba el tráfico pesado y descongestione la carretera, y solo con el tráfico local y las rotondas se dote de seguridad la N-240. La misma demora la tenemos en la N-230, la N-260 y el plan de la estación de Lleida. También en política de riegos. Por ejemplo, la modernización del Canal d’Urgell, donde el Estado tiene parte de la responsabilidad a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

¿Qué se debe hacer con el Eix Pirinenc, la carretera N-260?

Se tiene que estudiar y hacer túneles donde sea necesario y hay que ensanchar algunos puntos. Tiene que ser un instrumento de equilibrio y equidad territorial. Uno de los grandes déficits del Pirineo y del llano es la despoblación y sin unas condiciones de seguridad para acceder a estos pueblos, están condenados.

¿Cómo se tiene que mejorar el servicio ferroviario de Lleida?

Lleida es la única capital catalana sin Cercanías. Tiene que haber trenes que permitan la movilidad a la clase trabajadora. Que se pueda vivir en Mollerussa, Balaguer o Monsó y trabajar en Lleida, y viceversa. Hay un estudio de CCOO que propone, casi a coste cero, aprovechar los trenes que hay para hacer una periodicidad de circulaciones que unan Balaguer, el Pla, Les Garrigues y Monsó con Lleida.