LABORAL EMPRESAS
Por un horario más europeo
Unos 200 comercios, empresas y locales de entidades bajaron ayer la persiana a las 19.00 horas para pedir una mayor conciliación laboral y familiar y para reivindicar un horario “más europeo”. Esta iniciativa empezó hace cuatro años promovida por la entidad Slow Shop Lleida. “Queremos una nueva cultura del tiempo con una mejor calidad de vida”, señaló su presidenta, Anna Costa, que indicó que “no queremos hacer menos horas, sino compactarlas”. Precisamente, esto es lo que hace una tienda de decoración y mobiliario para el hogar situada en Rambla d’Aragó, Espai A47, desde hace cuatro años. “Abrimos a las 10.00 y cerramos a las 19.00 horas”, explicó ayer su responsable, Carme Barrera. “Cuando abrí el negocio hace seis años cerraba a las 20.30 y fui acortándolo hasta las 19.00 para tener una mejor conciliación laboral y familiar. Además, tener la tarde libre nos permite a mí y a mis dos empleadas tener una vida más bonita y ofrecer un mejor servicio”, manifestó. De hecho, Barrera afirmó que con este horario no ha perdido ventas. “El mediodía es una buena hora para muchos clientes y cuando les explicamos que trabajamos así empatizan con nosotros y ha cambiado su forma de vernos como comercio”, explicó Barrera.
Además, Costa afirmó que “establecer este horario es perfectamente factible” y explicó que “muchos comercios se adhirieron a última hora al ver que otros bajaban la persiana”.
Pimec y Fecom consideran que hay que cambiar la mentalidad de la sociedad pero también las leyes
El presidente de Pimec Comerç, Manel Llaràs, considera que “la sociedad debe entender que los empleados necesitan su espacio y que se puede comprar sin tener los establecimientos abiertos hasta tan tarde, pero es un cambio de hábitos que necesita la colaboración de la administración con cambios legislativos”. Por su parte, la presidenta de la Fecom, Maria Rosa Eritja, afirma que con una nueva reforma horaria “ganamos en salud y tiempo libre para nosotros y para la familia. Es un cambio de nuestra manera de funcionar”.
El ayuntamiento apoyó esta iniciativa de Slow Shop Lleida.