Más de tres denuncias al día por violencia machista

Más de tres denuncias al día por violencia machista. Es la realidad de una lacra que no cesa tampoco en las comarcas de Ponent. Los Mossos d’Esquadra han contabilizado un total de 830 casos de maltrato a mujeres en la provincia de Lleida entre los meses de enero y septiembre de este año. Una cifra que la Policía catalana augura que volverá a aumentar al final de año y que quiere atribuir a una mayor concienciación de las víctimas a denunciar y no soportar más situaciones de violencia en el ámbito de la pareja o en el seno de su familia. Cabe recordar que en 2018 se alcanzó una cifra récord de denuncias por maltrato hacia la mujer, con más de mil. En lo que va de 2019, los Mossos han contabilizado 703 casos de mujeres que han denunciado ser víctimas de algún tipo de agresión por parte de sus parejas en las comarcas del llano y del Pirineo. Una violencia por la que han sido detenidas 221 personas hasta septiembre. Asimismo, se han interpuesto 127 denuncias por violencia hacia la mujer en ámbito familiar, donde el agresor es un hombre, y se han arrestado a 31 personas, tres de ellas menores de edad.

Y si los casos conocidos por los cuerpos y fuerzas de seguridad van en aumento, también lo son los delitos sexuales. Hasta el mes de septiembre, se han registrado 147 denuncias por este tipo de violencia, lo que supone una media de una denuncia cada dos días. Estos casos han aumentado un 32% respecto al mismo periodo del año pasado. Y, de las denuncias, la víctima sufrió violencia o intimidación en más de medio centenar de abusos denunciados.

Los tribunales solo concedieron medidas de protección a un 23% de las mujeres que denunciaron

Pese a que las autoridades y la policía tienden a atribuir este aumento de las denuncias a una pérdida del miedo de la víctima o a una menor tolerancia a situaciones que hasta ahora no llegaban a denunciarse, lo cierto es que muchos casos siguen quedando en el anonimato.

En el plano judicial, los tribunales leridanos dictaron el año pasado un total de 258 órdenes de protección para mujeres que habían sufrido algún tipo de maltrato, por lo que los jueces aceptaron el 85% de las peticiones. Sin embargo, esto significa que solo un 23% de las mujeres que interpusieron una denuncia por violencia machista recibieron algún tipo de protección por parte de la Justicia.

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha vuelto a reabrir el debate sobre los juzgados especializados para atender los casos de violencia machista al proponer que estos tribunales sean de ámbito comarcal, ya que en la actualidad solo están presentes en los partidos judiciales más grandes, como Lleida, lo que obliga a que las denuncias se tramiten en los juzgados ordinarios. Según el TSJC, esta “comarcalización” de los tribunales de violencia machista permitiría una mayor especialización y mejoraría la atención a la víctima. Algunos ayuntamientos y entidades, incluso los propios abogados, consideran que es un perjuicio para las mujeres que denuncian, ya que obliga a una atención lejos de sus domicilios.

En todo el año pasado, los tribunales de la provincia de Lleida registraron 1.529 denuncias por violencia machista, lo que se traduce en un aumento del 23% respecto a 2017.

¿Hay un repunte de las denuncias por violencia machista?

La previsión es que cerremos 2019 con un aumento de las denuncias, aunque no será tan significativo como en 2018.

¿Y por violencia sexual?

Sí, hay un incremento considerable de las denuncias. Quiero creer que se debe a una mayor concienciación por parte de las víctimas. De que ahora no se toleran comportamientos que antes se consideraba normal. Y esto es una buena noticia porque la tolerancia debe ser cero. Quiero creer que es esto y no que haya más agresores en la calle.

¿Hay un perfil de víctima?

No, para nada. Nos encontramos mujeres que llegan desorientadas porque nunca se habían atrevido a denunciar aunque hacía años que soportaba maltrato hasta otras que no es la primera vez. Hay inseguridad por saber qué pasará después de denunciar.

¿Se ha conseguido algún avance para luchar contra esta lacra social?

No hemos conseguido que las más jóvenes estén libres de este tipo de violencia, la mayoría de las denunciantes tienen entre 25 y 45 años. El mensaje no ha llegado y nos encontramos con jóvenes de 16 años que tienen un perfil de sumisión y maltratadores muy jóvenes que tienen asumido el papel de agresor.

¿Y cómo logramos ese cambio?

Desde la educación, la familia, los medios de comunicación, pero sobre todo desde la música o las series, que ejercen una gran influencia entre los jóvenes. Es una cuestión social. No basta con rechazarlo, sino que, dentro de lo se pueda, hay que denunciar cuando vemos una situación de violencia machista. Hay que abandonar la idea de que se trata de un problema privado y actuar. Necesitamos que se nos informe para poder proteger. No debemos pasar ni una contra el machismo.

La prevención como clave.

Sí, debemos centrarnos no solo en proteger sino también en preveer estas conductas. Los Mossos hacemos talleres con los estudiantes para detectar el machismo desde sus inicios. Todos debemos implicarnos y la familia es un ámbito esencial para combatir estereotipos y promover una educación en igualdad y tolerancia.

¿Cree que acabaremos alguna vez con la violencia machista?

La dura realidad es que no acabaremos con ella hasta dentro de muchos años. Lo que implica en que deberemos seguir trabajando para que desaparezca de nuestra sociedad.