Piden cuatro años de prisión para un acusado de estafar al menos 50.000 euros a su hermano de Lleida
Según la fiscalía, el encausado se aprovechó de que la víctima sufría pérdidas de memoria a causa de un accidente para aprovecharse de él
La fiscalía pide cuatro años de prisión por un delito de estafa y subsidiariamente de apropiación indebida para un vecino de Gistaín (Huesca) de 49 años, acusado de estafar al menos 50.000 euros a su hermano de Lleida. Según el ministerio público, el acusado se aprovechó de que su hermano sufría pérdidas de memoria a causa de un accidente y se aprovechó de él para hacerse con su dinero con engaños. Además de la pena de prisión, la fiscalía solicita que se le imponga una multa de 4.050 euros y que indemnice a su hermano con 50.000 euros. El juicio se hará en la Audiencia de Lérida el 5 de diciembre.
La víctima tiene una discapacidad del 80% por un accidente que sufrió en2014 y por el cual había recibido una indemnización de unos 50.000 euros y cobraba una pensión de invalidez el año 2016 de unos 1.400 euros. El hombre vivía en Lleida en un piso de alquiler con su hermana, que había asumido los cuidados de su hermano, que tenía que ir diariamente a la asociación Aspid para hacer ejercicios de rehabilitació.
El acusado, hermano de la víctima, vivía en Huesca y mantenía poco contacto con la familia. Según el ministerio público, con ánimo de enriquecimiento injusto y aprovechándose que su hermano no recordaba los motivos de la mala relación familiar, le propuso que pidiera un crédito de 30.000 para hacer unas obras en el patio de su casa, en Huesca, prometiéndole que le haría un apartamento y así podría ir a vivir con él. Así, el 20 de diciembre de 2016, el acusado acompañó a su hermano al notario, en Lleida, para firmar el préstamo y le transfirió el dinero el mismo día al acusado. Las obras, sin embargo, nunca se hicieron y el préstamo se dejó de pagar.
Según la fiscalía, el acusado también convenció a su hermano para que le concediera poderes notariales, el 15 de mayo de 2017, sobre su cuenta corriente, que quedó a cero. Además, en mayo de 2017, el acusado convenció a su hermano y a su hermana para llevarse a la víctima a Gistaín porque decía que necesitaba vacaciones. Desde entonces, la víctima está con el acusado, alejado del resto de su familia y su hermano le impide el contacto telefónico y las visitas con ellos. Además, ha dejado de asistir a los servicios de rehabilitación y visitas médicas programadas.