EMERGENCIAS NACIMIENTO INSÓLITO
"Alí llegó cómo un relámpago", dice la mujer que dio a luz a un bebé en plena calle en Lleida
Los padres del pequeño que nació en Anselm Clavé agradecen la colaboración de los vecinos || Ramon Ventín, el cirujano maxilofacial que asisió el parto, asegura que “fue una experiencia enorme”
“Alí llegó cómo un relámpago”. De esta manera tan escueta y gráfica describió ayer Inmaculada Ondo cómo el jueves por la tarde dio a luz en plena calle Anselm Clavé (ver noticia de ayer). Inmaculada, nacida en Guinea Ecuatorial, y su bebé, que pesó tres kilos, descansaban tranquilamente ayer en el hospital Arnau de Vilanova. Nada que ver con lo que les pasó apenas 24 horas en pleno centro de Lleida. A su lado, Bachirou Kande, el padre del pequeño, recuerda los nervios que pasó. Salieron de su domicilio en busca de un taxi para ir al hospital pero apenas pudieron caminar unos metros. “Me tuve que parar. Ya salía”, dijo Inmaculada a este periódico. “Fue increíble, estamos muy agradecidos a todas las personas que nos ayudaron”, afirmó Bachirou. Tienen otro hijo de 6 años.
El nacimiento de Alí es una historia de héroes. Juan José Yera, el camarero del bar El Rebost, fue uno de ellos. Llevó toallas y manteles para arropar al bebé y con su delantal pudieron cortar el cordón umbilical, como ya informó este diario. Otro fue el doctor Ramon Ventín, cirujano maxilofacial del Arnau, que asistió el parto. El es el hombre que aparece junto a la madre y su bebé en una imagen que se hizo viral. Ayer les visitó en el hospital. “Fue una experiencia enorme”, aseguró. El cirujano salía de la clínica dental Codina cuando vio a un grupo numeroso de gente. Se acercó y vio que una joven estaba de parto. “Dije que era cirujano y la gente se apartó de golpe para que pudiera atender a la mujer. Lo primero que hice fue coger la cabeza del bebé para evitar que se golpeara con el suelo”, recordaba ayer. “El parto no duró más de 40 segundos. Entonces cogí la tira del delantal e hice un nudo de cirujano. Sabía que era clave para cerrar la circulación fetal y evitar una hemorragia. El niño se puso a llorar. Era una buena señal”. “Tenía hambre y poco después se chupaba una mano”, recordó la madre. Ayer, el nacimiento de Alí incluso abrió el pleno de la Paeria. No es para menos. La suya es una historia de héroes.