Otro error letal

Otro gol encajado en el tramo final del partido, esta vez en el último minuto del tiempo añadido, condenó al Lleida en el Prada de Moles andorrano a una nueva derrota (1-0). Es la segunda consecutiva en una salida para los de Molo, que cumplió desde la grada su primer partido de sanción, junto al director deportivo Jordi Esteve y comunicándose con Jordi Cortés, que ocupó su sitio en el banquilo. Los leridanos, que han sumado solo uno de los últimos 9 puntos disputados, caen hasta la cuarta posición. El Lleida hizo un mal partido, sin ideas en ataque y lagunas en defensa, con el agravante que tener que disputar los últimos 28 minutos en inferioridad numérica por la expulsión de Alpha Bagayoko, que vio su segunda tarjeta en una absurda falta al llegar tarde a un balón.

El Lleida, en la fría mañana andorrana, presentó una alineación inédita provocada por las ausencias –por lesión de última hora de Marc Martínez y Liberto, que se quedaron en Lleida–, lo que hizo entrar en convocatoria a Eneko, Sebi y, por primera vez, a Toni Vicente, convocatoria que coincidió con el homenaje a su padre, Emili Vicente –ver desglose–, que entrenó a ambos equipos en su dilatada trayectoria profesional.

El partido no fue bueno. Es más, fue de lo más aburrido, con constantes interrupciones y juego trabado entre dos equipos que demostraron tenerse demasiado respeto y que prefieron arriesgar lo mínimo. El Andorra de Gabri tuvo más la posesión de la pelota, pero sin peligro en el primer tiempo, ante un Lleida que se defendió bien pero que no acabó de enlazar nunca con sus puntas, al verse superado en el centro del campo –al igual que ocurrió siete días antes frente el Barça B– y controlado por un omnipresente Riverola. A lo largo de los primeros 45 minutos, ni unos ni otros consiguieron rematar el balón entre los tres palos.

En la reanudación, el Andorra atrasó algo sus líneas para sorprender en velocidad a un Lleida que entró poco concentrado al partido en su segunda mitad. Pau Torres evitó el 1-0 en una portentosa mano a tiro de Casadesús (47’) y luego Riverola (53’) mandó fuera un remate peligroso. Pero la jugada clave llegó en el minuto 62 cuando Alpha, que ya había visto una tarjeta en el primer tiempo, recibió la segunda en una absurda acción defensiva al llegar tarde a un balón, lo que dejó al Lleida con 10 durante 28 minutos. Cortés, tras consultar con Molo, pasó al 4-4-1 para aguantar el resultado pero el equipo comenzó a sufrir en defensa. Forgas (67’ y 89’), Casadesús (83’) en un gol anulado, y muy protestado, por fuera de juego y Cucu (87’), tuvieron el gol a su alcance, ante un Lleida que no acertaba nunca a salir de sus dominios, pese a los incesantes gritos de ánimo de los seguidores leridanos, ubicados en un córner del Prada de Moles y que acallaron siempre a los escasos de los locales.

Sin embargo, los azules –ayer de rojo– no acertaban nunca en la contra, ni tampoco en el pase, siempre perdiéndose por la línea de fondo o las bandas, ante la superior defensa local. Tan solo en el primer minuto, de los cuatro añadidos, una falta al borde del área fue lanzada por Abel Molinero, excesivamente centrada y acabó en córner. Este saque de esquina propició hasta tres más consecutivos, sin que nadie acertase con un remate ganador. Sin embargo, a la salida del tercero llegó la jugada que sentenció el partido. Contra del Andorra, con el Lleida adelantado, que Fargas remata provocando un primer córner y luego, colgado al área, un segundo. Y a la salida de este, Casadesús peinó hacia atrás y Forgas, entre una nube de jugadores, envió al fondo de la red (1-0). No hubo tiempo más que para sacar de centro.