HOSPITALES EQUIPAMIENTOS
Un hospital de Lleida se plantea que los bebés ingresados duerman con sus madres
Ahora están en una cuna y sus progenitores en una butaca, lo que genera quejas
Imagen de archivo de una madre que ha recibido el alta en el Arnau.
Los bebés menores de dos años que ingresan en el hospital Arnau de Vilanova deben dormir en una cuna y su madre o padre en una butaca, lo que ocasiona quejas por parte de los progenitores porque consideran que el bebé y la madre deberían estar juntos en una cama, sobre todo si el menor está en periodo de lactancia. Una usuaria empezó hace un año una recogida de firmas en la plataforma change.org para que en el Arnau sea un derecho que los pequeños duerman con sus madres en una misma cama. Han firmado 5.156 personas.
Ante esta situación, fuentes del Institut Català de la Salut (ICS) informaron de que “estamos estudiando posibles opciones de nuevas medidas organizativas y de espacio que permitan un mayor confort de las familias con pequeños ingresados”. El argumento que da ahora el Arnau para justificar porqué no se da la opción del colecho (que el bebé duerma con su progenitor) es por seguridad.
La asociación Alleta cree que el colecho en los ingresos facilita el bienestar de los más pequeños
Una usuaria, R.M, denunció hace unos días la situación tras tener que ingresar a su hijo de un mes y medio. “No tiene sentido que tras dar a luz el propio hospital te deje tener el bebé en tu cama para darle el pecho y para que él sienta tu calor, y luego al ingresarlo no te den otra opción que estar en una silla y él en una cuna”, manifestó. Afirmó que “no se puede separar al bebé de su madre cuando está enfermo”. Asimismo, añadió que puso una queja en la Unidad de Atención al Ciudadano.
Sobre el colecho en el hospital también se ha pronunciado Alleta (asociación leridana prolactancia materna), de la que son socias un centenar de familias. “Creemos que facilitarlo ayudaría a mantener la lactancia y al bienestar de la madre y del bebé, que se encuentra en un lugar desconocido. Además, estudios científicos demuestran que el contacto próximo durante el sueño tiene beneficios, como menores lloros y una mejor estabilidad cardiorrespitatoria”. La entidad dice que “a pesar de las dificultades económicas que puedan existir, hay que avanzar en potenciar la lactancia materna”.
