El empresario que mató al cuñado en Torre-serona: "No sabía qué hacía"

El empresario cárnico Josep Puig-Gros acusado de matar al cuñado en el obrador que tenía en Torre-serona (Segrià) y trasladar el cadáver en el maletero de su coche hasta Barcelona, ha reconocido que disparó a la víctima pero que fue "en un momento de ofuscación" y que "no sabía qué hacía". Ha asegurado que se arrepiente de cómo actuó el 19 de junio de 2017 y de no haber explicado qué había pasado desde el primer momento pero que la pistola la llevaba la víctima y que lo amenazó. Ha reconocido que la relación con su cuñado "no era buena" y que destruyó la pistola "cortándola a trozos con una radial" porque "tenía miedo". La fiscalía solicita que se le impongan doce años de prisión por homicidio.

El acusado ha hecho declaraciones diferentes durante estos últimos dos años a los Mossos d'Esquadra y al juzgado. Este lunes, durante el juicio, ha dicho que lo hizo "porque tenía miedo" de unos socios valencianos de la víctima y ha asegurado que su cuñado lo extorsionaba para que se endeudara comprando dos motos de gran cilindrada y un jeep, pero que él se negaba porque no quería endeudarse más.

Según el acusado, el día del crimen, la víctima fue a buscarlo y lo amenazó que si no hacía lo que le decía hablaría con unos socios "peligrosos" de Valencia. Asegura que entró en el obrador gritando, que sacó una pistola y disparó al aire. Fue entonces cuando el acusado, explica, se tiró encima de él, le sacó el arma y lo disparó. "No sé cuántas veces. No sabía lo que hacía en aquellos momentos. Pero el arma la sacó él. La llevaba detrás de la cintura", ha dicho.

Ha añadido que los hechos pasaron hacia las 14h y que después fue a comer a casa y hacia las 15.30h cogió el coche de su cuñado, en el maletero del cual había cargado el cadáver, y lo llevó a Barcelona. Con respecto al recorrido que hizo, pasando por pueblos en vez de por la autovía, ha explicado que lo hizo porque aprovechó para ir a ver unos caballos que tenía en propiedad.

El acusado dejó el coche con el cuerpo sin vida de su cuñado en el maletero aparcado en la calle Béjar de Barcelona. Volvió con un vehículo que había alquilado días antes y que había dejado en un aparcamiento privado cerca de Sants. Ha negado que lo hiciera premeditadamente sino que había alquilado el coche para poder volver dos días antes, cuando tenía que llevar el jeep de su cuñado a Barcelona para que lo compraran los socios valencianos, que finalmente no se presentaron, ha dicho.