Bargalló pide suprimir la actual asignatura de religión
El conseller quiere una de "cultura y hecho religioso y moral" y anuncia que se ofrecerán clases del islam, el judaísmo y el evangelismo siempre que haya una demanda que lo haga viable
El conseller de Educación, Josep Bargalló, ha reivindicado este jueves “la no inclusión en la escuela pública de la formación confesional como materia curricular, lectiva y evaluable”. En este sentido, ha pedido cambiar la actual asignatura de religión por una de la formación en cultura y hecho religioso y moral. El conseller lo ha manifestado esta tarde durante una conferencia que ha ofrecido durante el acto “La aconfesionalidad en el sistema escolar. Hacia un modelo de educación laica”, coorganizado por la Fundación Ferrer i Guàrdia y el Departamento de Educación en Barcelonoa
Bargalló ha asegurado que hay que replantear esta enseñanza “porque la escuela pública es laica y porque la confesionalidad en el aula es otro elemento de segregación cuando se ejerce en el ámbito curricular y lectivo”. Ha añadido que la enseñanza de una religión como dogma o doctrina desde un marco lectivo, curricular y evaluable “es una opción contradictoria con la concepción de una escuela nunca segregadora y en ninguno caso dogmática”.
Bargalló ha destacado también que el currículum tampoco puede quedar ajeno con respecto a la relación entre confesiones religiosas y filtra y al replanteamiento de la enseñanza de la religión como dogma y doctrina. Es por eso, que ha declarado que “tenemos que garantizar la adquisición de conocimientos sobre religiones, creencias, cultos o mitologías desde un punto de vista humanista, universal y contemporáneo”.
Enseñanza de las diferentes confesiones
El titular de Educación ha explicado que hay tres formas que pueden permitir replantear esta formación en Cataluña. La primera, sería a través de “el establecimiento de una República catalana con un sistema educativo basado en los valores humanísticos, de con respecto a todas las creencias y de convivencia desde la laicidad pública”. La segunda, conseguir un “consenso social en nuestro país, de común acuerdo con los representantes de las grandes confesiones religiosas”, que permitiera establecer un marco propio, en el cual la formación en cultura y hecho religioso y moral supliera la enseñanza confesional como materia curricular y lectiva. Y, la última, una modificación de la normativa estatal.
Bargalló ha explicado que mientras no se dé ninguna de estas condiciones, “estamos obligados a ceñirnos a aquello que dicen las directrices del currículum de la LOMCE y que obliga el despliegue del BOE”. Eso quiere decir que la enseñanza de la religión, tanto en los centros de educación infantil y primaria como los de secundaria, tiene que ofrecerse desde las vertientes confesionales católica, evangélica, islámica y judía como asignatura. Por eso, “tenemos que dar un paso adelante a la hora de ejercer una competencia exclusiva efectiva del Govern de la Generalitat en la elaboración de los currículums, porque queremos una educación laica y respetuosa con las diversas religiones y creencias”.
Concretamente, Josep Bargalló ha expuesto que “ofreceremos la enseñanza del islam, el judaísmo y el evangelismo, siempre en función de la viabilidad de la demanda y de la itinerancia del profesorado, como ya se está haciendo en el caso de la religión católica”.