Aitona y Torres, “a la caza” de foráneos que arrojan basura en sus contenedores

Torres de Segre y Aitona llevan meses “a la caza” de foráneos que arrojan basura en sus contenedores, los desbordan y provocan sobrecostes de hasta mil euros al mes para vaciarlos. Vienen de pueblos con recogida puerta a puerta y los consistorios afectados, hartos, tratan de identificarlos y les cobran cien euros si los pillan con las manos en la masa.

Los ayuntamientos de Aitona y Torres de Segre llevan semanas “a la caza” de foráneos que arrojan basura doméstica en sus contenedores, los desbordan y provocan sobrecostes de hasta mil euros al mes para vaciarlos y limpiar su entorno. Proceden de municipios del Segrià que aplican la recogida puerta a puerta y, en lugar de sacarla en los días asignados para cada tipo de residuos, los trasladan en coches para tirarlos allí donde optaron por instalar islas de contenedores.

Tanto la alcaldesa de Aitona, Rosa Pujol, como el alcalde de Torres, Joan Carles Miró, aseguran estar “hartos de esta situación”, pero las soluciones más habituales no funcionaban en este caso: no podían cobrar la tasa de basura que pagan los vecinos a personas de otros municipios; ni tampoco multarlas, puesto que tirar basura a un contenedor no es un comportamiento sancionable. Finalmente, idearon un “precio público” de 100 euros por emplear un servicio municipal que cobran a los foráneos que pillan in fraganti. No es una multa, pero tiene un efecto similar en quienes se les exige pagar.

Ambos consistorios han decidido crear una nueva normativa que les permita recaudar por la infracción

Torres de Segre está barajando instalar cámaras de vigilancia en los puntos más problemáticos

Aitona ha sido el consistorio pionero y Torres ha seguido su ejemplo adoptando la misma normativa. Para aplicarla han emprendido una ardua investigación para identificar a los que llenan sus contenedores.

Pujol explicó que, en verano, “ya sorprendí a una vecina de Alcarràs con la furgoneta llena de basura tirándola en Aitona. Fue lo que me decidió a tomar medidas”. Desde que se aplica este precio público, el consistorio ya ha cobrado 100 euros a un vecino de Seròs. Tras pillarlo in situ y tomar nota de la matrícula del vehículo, un funcionario municipal lo siguió hasta Seròs. Se le informó de la infracción y, al no querer pagar, se aplicó la vía ejecutiva para hacer efectiva la recaudación. El ayuntamiento ha detectado otros dos casos, también de residuos procedentes de Seròs, por lo que ha comenzado a tramitar el cobro del precio público. En uno ya se ha localizado vehículo y propietario, y en el otro, se han encontrado documentos dentro de un gran saco tirado al lado de una fila de contenedores.

En Torres de Segre, el alcalde indicó que “todavía no hemos cogido a nadie in fraganti pero sí tenemos una docena de matrículas de vehículos de Sarroca, Soses, Sunyer, Alcarràs o Sudanell que estamos identificando. Acuden periódicamente, vienen y vacían los maleteros, por lo que los contenedores están desbordados y hay gastos que superan los mil euros mensuales para limpiarlos”. El ayuntamiento estudia colocar cámaras en puntos como el Passeig del Riu o la calles Progrés o Salvador Espriu, “aunque lo haremos siguiendo todos los trámites legales, informar a los Mossos y coordinar ubicaciones”, puntualizó Miró.

Por su parte, el alcalde de Torrefarrera, Jordi Latorre, aseguró haber sufrido esta misma situación en el pasado, aunque aseguró que ya no se da.