Lleida ya acoge a 551 adolescentes extranjeros no acompañados

Las comarcas leridanas acogen actualmente a un total de 551 menores extranjeros no acompañados, según los datos de la conselleria de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. En 2019, la llegada de adolescentes sin referentes familiares descendió respecto al año anterior. Así, el año pasado llegaron un total de 362 menores extranjeros, un 21 por ciento menos que en 2018, ejercicio en el que llegaron un total de 460. Según la conselleria, los menores migrantes sin referentes familiares que actualmente están bajo la tutela de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA) son en su mayoría varones, con el 97,1% del total, tienen entre 16 y 18 años y casi ocho de cada diez proceden de Marruecos. Por edades, cabe destacar que más de una veintena tienen entre 12 y 14 años.

La evolución de la llegada de estos adolescentes ha ido variando en el último año, con una media de entre veinte y treinta nuevas acogidas cada mes. Durante el verano, el mes de junio es el que registró más llegadas y en el conjunto del año fue el de febrero, con 42 nuevas acogidas de menores migrantes que llegan a Ponent sin la compañía de ningún familiar adulto. En el conjunto de Catalunya, la Generalitat tiene bajo su tutela a un total de 4.243 menores no acompañados. De estos, 2.205 llegaron durante el año pasado, lo que representa un descenso del 40% con respecto a 2018, cuando se produjo un mayor número de acogidas de adolescentes migrantes. Lleida acoge al 12,4% del total de este colectivo.

El Govern pide agilizar los trámites para su inclusión La secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud, Georgina Oliva, pide al nuevo Gobierno español “lealtad, responsabilidad y transparencia” sobre la acogida de menores migrantes sin familia y defiende repartir a los adolescentes acogidos entre las diferentes comunidades autónomas, ya que, denuncia, “no puede ser que casi el 80% de los llegados en 2018 estén atendidos en Catalunya”. En una entrevista a ACN, Oliva señala que estos jóvenes quieren buscar un lugar donde vivir y poder trabajar para enviar dinero a su familia. Para ello, la Generalitat volverá a poner sobre la mesa la necesidad de agilizar los permisos de trabajo para estos jóvenes, además de trabajar para que sean tratados como adolescentes y no como “personas migrantes”, lo que vulnera sus derechos. Para favorecer esta inclusión, la conselleria también trabaja en diferentes proyectos como el de la mentoría, que ya cuenta con 100 parejas que colaboran de forma regular. Además, se están potenciando las acogidas familiares, con una docena de jóvenes que viven en casas particulares y no en centros. Oliva reconoce que es un proyecto más “lento” pero que empieza a dar frutos sobre la labor de “pedagogía y sensibilización” para que la ciudadanía comience a verlos como jóvenes y no “delincuentes”.