ESNOTICIA
Médicos poco reconocidos
Residentes que se forman en una especialidad en Lleida lamentan que se les vean como estudiantes en prácticas || Denuncian la presión laboral y emocional que suponen las guardias de 24 horas
Los Médicos Internos Residentes (MIR) son facultativos que se están formando en una especialidad. En Lleida son 179 y lamentan que los pacientes les vean como estudiantes en prácticas, cuando ya son médicos graduados tras una carrera de seis años y otro estudiando para una plaza de MIR. El Arnau ofrece 28 especialidades hospitalarias.
Once años. Este es el tiempo mínimo que se necesita para llegar a ser un médico especialista. La formación se divide en dos partes. La esencial son los seis años de la carrera de Medicina y, una vez obtenido el título, el graduado ya es médico. Aun así, la mayoría no se queda aquí y se prepara durante casi un año para el examen que permite optar a una plaza de Médico Interno Residente (MIR). Una vez obtenida, los residentes se forman entre cuatro y cinco años en una especialidad en un centro sanitario.
Aunque la mayoría de residentes sean jóvenes, no significa que todavía estén en una fase de prácticas para ser médicos, que es lo que creen parte de los pacientes. Esta es la sensación que afirman tener varios de los MIR de Lleida, la mayoría de los cuales trabajan en el Arnau. “Hay pacientes que piensan que somos estudiantes en prácticas y no es así. Somos médicos en formación que todavía no tienen la especialidad”, manifiesta Ramon Cabo, MIR de segundo año de Neumología. A su ‘denuncia’ se suman otros compañeros, Guillermo López (primero de Cirugía General), Elena Estarán (cuarto de Anatomía Patológica), Cristina Molins (segundo de Medicina Familiar) y María Egea (segundo de Enfermería Familiar y Comunitaria). Los cinco residentes coinciden en que “hay un desconocimiento de la población, ya que muchos pacientes creen que eres un estudiante en prácticas”. Aseguran que, por ejemplo visitando a un paciente, les ha sucedido que este no les respeta. Además, la futura médico de familia Molins añade que “todas las especialidades se merecen el mismo respeto y consideración”, en relación a que la sociedad percibe de forma distinta el papel de un médico de familia del de otra especialidad hospitalaria. Y lo mismo sucede con la enfermería, donde Egea lamenta que “seamos un sector poco visibilizado”.
El Arnau abarca toda la provincia y permite a los médicos ver patologías muy diversas
Los MIR de Médico de Familia reivindican que su especialidad tiene la misma categoría que las demás
En Lleida hay 179 médicos residentes de 24 especialidades y 14 enfermeros de tres especialidades. El sueldo de los MIR va de los 1.170 euros brutos al mes el primer año a los 1.625 el quinto, mientras que una enfermera no llega a los mil netos. Consideran que cobran “poco” respecto a la responsabilidad que tienen. A la nómina hay que sumarle las guardias. Su horario los días laborables en Urgencias del Arnau es de 15.00 a 8.00 h y los fines de semana de 9.00 a 9.00 (en enfermería son más cortas). “Es inhumano hacer hasta 24 horas, ya que al final del turno no piensas igual y a veces cuando terminas a las 8.00 horas debes pasar por planta a ver a pacientes”. Consideran que deberían hacerse turnos de 8 o 12 horas o que haya más personal. No obstante, señalan que “a pesar de la presión tanto nivel laboral como emocional, las guardias representan un aprendizaje muy importante”.
El Arnau no es un hospital muy grande, pero tampoco pequeño y es el centro de referencia de toda la provincia. “Esto nos permite ver patologías muy diversas, desde la más básica a la más compleja”, señalan, y destacan que “en el día a día llegamos a hacer técnicas complicadas como las que aplican el hospital Vall d’Hebron”, pero el ‘límite’ está en el servicio de Urgencias. “El Arnau no dispone de personal de todas las especialidades las 24 horas del día y esto provoca que en ciertos momentos haya que derivar pacientes a Barcelona o no se puedan atender hasta que haya el facultativo en horario laboral”.
A pesar de todo, los cinco coinciden en que son uno más del equipo, pero siempre bajo supervisión y valoran que los médicos de su departamento tengan en cuenta sus opiniones.
El día a día del MIR es diferente dependiendo del hospital donde trabaja. La leridana Cristina Franci, primero de MIR de Medicina de Familia en el Sant Pau de Barcelona, afirma que los residentes en este centro son su base. “Nunca he tenido la sensación de que los pacientes no me reconozcan como un médico, porque ya están acostumbrados a estar con jóvenes”, apunta, y explica que “a nivel hospitalario vas aprendiendo poco a poco bajo supervisión, pero cuando haces guardias estás solo y aprendes a base de golpes y creo que es un error”.