ESNOTICIA
“Tras 6 años de carrera, todo se resume en un examen”
El próximo sábado 25 de enero, un total de 16.176 graduados en Medicina, un centenar de la Universitat de Lleida (UdL), se presentan al examen para optar a una de las 7.512 plazas MIR ofertadas en hospitales estatales, de las que 49 son en el hospital Arnau de Vilanova.
Manel Sangrà, de Mollerussa, y Pau Olivares, d’Ivars d’Urgell, son dos de los graduados en Medicina por la UdL que llevan siete meses intensos estudiando para este único examen. “Después de seis años de carrera todo se resume en una prueba. ¿Y si el sábado tengo un mal día? Además, alguien podría ser un médico nefasto, saca buena nota y llega a ser pediatra. ¿Dónde está el filtro? Creo que deberían hacerse más pruebas”. Así de contundente se muestra Olivares, que se prepara para el MIR a través de una academia. “El tiempo distribuido está dirigido, hasta cuando debes hacer deporte”, explica y añade que “de lunes a sábado estudio unas doce horas diarias”. Asegura que comparado con la carrera “este es el periodo más duro” y que la clave es “tener mucha resistencia mental”. Olivares desconecta los domingos y por la noche intenta ver a sus amigos. “Me gustaría entrar en Pediatría o en Medicina Familiar, ya que es la base de entrada en el sistema sanitario”, señala y confía poder entrar en Lleida, porque “la formación es muy práctica”.
Por su parte, Sangrà también opina que “es injusto jugártela en un examen y que este juzgue si eres mejor o peor médico”. Él se fue a preparar el MIR en una academia de Oviedo, donde dedica unas once horas diarias al estudio. “Ya venimos de una carrera con muchas horas de estudio y el hecho de estar rodeado con gente que está en la misma situación que la tuya es un punto de apoyo”, explica. Para evadirse hace deporte, mira series o lee. “Es muy importante distraer el cerebro”, asegura. A Sangrà le gustaría formarse en una especialidad médico-quirúrgica, como Traumatología, Anestesiología, Cirugía Plástica o Otorrinolaringología. “Me gustaría quedarme en Catalunya, pero en principio descarto el Arnau porque ya he estado durante seis años y querría ver cómo se trabaja en otros hospitales”, concluye.