Carril bici incompleto

Cruzar la ciudad en bicicleta pasando solo por el carril habilitado para este vehículo es una misión imposible. Lo es pese a las sucesivas ampliaciones desde la implantación de su primer tramo, en el año 1997, que han ido conformando una red que, pese a ser extensa, es inconexa y todavía inexistente en algunos barrios de la ciudad. No obstante, sus usuarios reconocen que en los últimos años “ha habido un salto cualitativo importante en la construcción de los nuevos tramos de carril bici, ya que en sus inicios se hacían de una forma muy irregular, ilógica y deficiente”. Así lo asegura Aleix Pallarol, miembro de la asociación En Bici per Lleida, que señala que “solo hace falta dar una vuelta por la ciudad para ver tramos en muy mal estado, que no priorizan ni al ciclista ni al peatón o que se acaban sin más”.

Un ejemplo de ello son los construidos en avenida de Les Garrigues y del Segre, que están al mismo nivel que la acera, “lo que supone un peligro para los peatones y los ciclistas”, además del mal estado que presentan determinados tramos. Otro de los puntos de esta red que hace falta mejorar está en la avenida del Estudi General. “Una vez pasas el campus de Cappont y vas en dirección a la zona de expansión de Copa d’Or, el carril bici se acaba de golpe”, detalla. Añade que “las conexiones entre los distintos carriles no son nada prácticas, además de que la mayoría de ellos tienen una señalización caótica, como la semaforización que hay en el de avenida Catalunya”.

Convertir en zonas 30 las calles que sean de un solo sentido, una de las propuestas de los usuarios

“La práctica diaria de unos 30 minutos en bicicleta mejora la calidad de vida a un nivel integral”

La asociación ha puesto todas estas deficiencias en conocimiento de la Paeria y le ha presentado una hoja de propuestas. “No hace falta complicarse mucho la vida, nosotros abogamos por que haya un carril bici disgregado, que no esté en la acera y separado de la calzada, en las calles de doble sentido, mientras en las unidireccionales se deberían pacificar y convertirlas en plataformas únicas y zonas 30 para que las bicis puedan ir en ambas direcciones”, recalca Pallarol. “No es ninguna locura, todas las ciudades de Europa lo están haciendo así”, concluye

Reverter analizó para su estudio estas actuaciones en ciudades como Zaragoza, Sevilla, Bilbao o Valencia, “pero en Lleida no fue posible”. No obstante, al ser preguntado sobre cómo valora el carril bici de la ciudad, el profesor de la UdL reconoce que “se ha hecho un trabajo considerable, pero todavía queda mucho por hacer a nivel urbanístico y de movilidad”. Por ello, apuesta por que haya “una colaboración de la comunidad educativa, las administraciones, el sector privado, la universidad y los usuarios para hacer una red de carril bici que esté conectada, sea lógica y sostenible y promover un estilo de vida saludable”.

‘Sería conveniente tener un servicio público de alquiler de bicis eléctricas’ “Sería conveniente que Lleida contara con un servicio público de bicicletas eléctricas por su orografía”. Esta es una de las reflexiones que hace el profesor de la facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social de la Universitat de Lleida (UdL), Joaquin Reverter, que ha hecho un estudio sobre la relación entre el uso de la bicicleta para desplazamientos interurbanos con sus efectos para la salud en cuatro ciudades. Según Reverter, “las bicicletas se han vuelto muy populares y se ha demostrado que la práctica diaria del ciclismo, unos 30 minutos aproximadamente, mejora la calidad de vida a un nivel integral”. También aboga por que las ciudades apuesten por este medio de transporte, ya que, además de mejorar la salud “podrían contribuir a la sostenibilidad ambiental”. Por ello, para hacer que una ciudad sea “un paraíso para los ciclistas como lo es Amsterdam” se deben seguir tres pasos. “Lo primero es intentar que haya menos coches, lo segundo son las peatonalizaciones de las calles y lo tercero es construir una buena red de carril bici segura, segregada y bien conectada, y está demostrado que, si se cumplen estos tres pasos, el número de ciclistas se incrementa considerablemente”.